Tras vaciar la zanja, se pondrán las tuberías y se reubicarán los grabados
18 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Estamos siguiendo las pautas marcadas en el plan de extracción, traslado y reubicación de los petroglifos de Nostián aprobado por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Los trabajos comenzaron el pasado mes de noviembre y está previsto que finalicen en las próximas semanas». Portavoces de Repsol confirmaron que en este momento se encuentran en la cuarta fase del proyecto, extrayendo los dos grabados lineales con círculos concéntricos entre 30 y 40 centímetros «de indudable origen antrópico», que solo son perceptibles con luz rasante. A estos grabados está asociado un conjunto cazoletas de origen natural.
Repsol presentó en el mes de julio ante la Xunta un estudio por los supuestos petroglifos hallados en una finca afectada por el trazado del futuro poliducto al puerto exterior. Entre las conclusiones destaca que «no se halló ningún otro motivo» susceptible de conservación. Añadió que en una reciente visita a la zona les sorprendió las «recentes abrasións que amosaba a rocha» y la desinformación al respecto. En respuesta parlamentaria, la directora general de Patrimonio, Carmen Martínez respondió a Queixas que «la falta de personal y carga de trabajo» imposibilitó remitir el informe reclamado por el BNG.
Siete fases
Desde Repsol recordaron que el proyecto para la protección de este conjunto se ha organiza como una intervención interdisciplinar donde participa un equipo técnico de arqueólogos, restauradores y canteros. También que está estructurada en siete fases. La primera consistió en la documentación y registro del afloramiento ya ha sido completada, entregando a la Dirección Xeral de Patrimonio los resultados de los diferentes estudios y la excavación arqueológica perimetral. La segunda fase fue la adecuación del trazado proyectado. «Dentro del trazado técnicamente inalterable se ha modificado la configuración del espacio de las tuberías en esa zona para salvar la totalidad del conjunto de cazoletas», indicaron. La tercera fase es la protección de estos motivos, que se realizó mediante la instalación de geotextil y capa de áridos en la zona de afección.
La cuarta fase, en la que actualmente se encuentra el proyecto, se corresponde con la extracción de los dos grabados circulares, que tienen unas medidas entre 30 y 40 centímetros, y son los únicos motivos afectados por las obras. El vaciado de la zanja para la traza será la quinta fase y se realizará utilizando un novedoso sistema mediante perforaciones, cemento expansivo y corte de diamante que permitirá extraer la piedra libre de motivos sin emplear métodos agresivos como martillo picador o explosivos, aislando la zanja del área de cazoletas.
Desde Repsol indicaron que, una vez finalizado el montaje de las tuberías, y repuesta la configuración original del terreno, se realizará el replanteo topográfico para la reubicación final de los dos motivos circulares extraídos, con el objetivo de «respetar la ubicación espacial, cota y orientación original de los mismos». Por último, se repondrá la capa vegetal, para devolver al conjunto el aspecto que presentaba antes del inicio de las obras, y se realizará una puesta en valor, mediante señalización e incorporación de paneles informativos.
La nueva estructura tendrá una longitud de 3,8 kilómetros en suelo coruñés y arteixán
El nuevo poliducto de Repsol estará compuesto de 11 tuberías, de las que dos se destinarán al transporte de petróleo y el resto a otros combustibles y productos derivados del crudo. En total, la longitud del circuito será de 3,8 kilómetros, de los que 1,3 se encuentran en el territorio municipal de A Coruña y los otros 2,5 en Arteixo.
Los trabajos de esta conducción supondrán una inversión por parte de la compañía de 3.839.000 euros y consisten en una parte del proyecto global de traslado de las instalaciones de la empresa energética a punta Langosteira, una actuación presupuestada en 125 millones de euros, ya que también incluye la construcción de un pantalán en el puerto exterior y la adaptación de la refinería, entre otras cuestiones.
La empresa tiene almacenados bajo dos enormes carpas y desde noviembre del 2019 los 50 kilómetros de tuberías que conformarán el nuevo poliducto. Estos conductos cuentan con diámetros que van desde las 8 hasta las 24 pulgadas.
Ventajas
El nuevo poliducto que conectará la refinería con las instalaciones de Repsol en punta Langosteira permitirá la liberación del actual, que discurre por las zonas de A Grela, Elviña, barrio de las Flores, Eirís, O Castrillón, Os Castros y Casablanca, por lo que supone uno de los principales riesgos para la urbe.
Además, el traslado definitivo de la compañía a punta Langosteira permitirá la liberación del muelle de San Diego, en el que tiene concesión hasta el 2027, de manera que esta parte del litoral coruñés pueda ser recuperada para la ciudad.