¿Qué futuro le espera ahora a A Coruña tras el desaire del Gobierno al dejar si fecha el tren a Langosteira?

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Vista del litoral de A Coruña en el puerto de San Diego.
Vista del litoral de A Coruña en el puerto de San Diego. CESAR QUIAN

Habrá que aguardar más años para ver lo prometido en el 2004. El retraso de las obras de la conexión ferroviaria al puerto exterior hipoteca el cambio en la fachada marítima de la ciudad

24 feb 2021 . Actualizado a las 09:13 h.

El Ayuntamiento, con la mejor voluntad, reunió este martes a los representantes de las Administraciones u organismos que tienen algo que decir o resolver sobre el futuro del puerto, del tren a Langosteira y de la fachada marítima de la ciudad. La última vez que se hizo algo semejante fue en el 2004. Pero aquellas decisiones caducaron, los plazos no se cumplieron y la economía ya no es la misma, por lo que se necesitaba una salida consensuada ante una crítica situación que lastra el desarrollo económico, social y urbanístico de la ciudad.

Pero el resultado no fue del agrado de todos. Los representantes de las Administraciones que acudieron a María Pita se sentaron en la mesa con unas ideas y, casi tres horas después, se levantaron con las mismas. Sin apenas moverlas. Por tanto, el futuro que le queda al puerto no es muy diferente al que tenía antes de la cumbre.

Más allá de buenos propósitos, no hay condonación de la deuda que arrastra la Autoridad Portuaria, no hay fecha para licitar las obras del tren a Langosteira ni tampoco para desafectar los terrenos urbanos. Es decir, que los principales puntos del día quedaron en punto y aparte.

Lo que hay es una propuesta para la búsqueda de fondos europeos que posibiliten ejecutar el vial ferroviario, previa acreditación de la «viabilidad económica y social de la inversión», así como el compromiso de «reestructuración» de la deuda del Puerto, con una moratoria hasta el 2035. Y tal y como está la situación financiera de la Autoridad Portuaria, esto fue lo más importante de la reunión.

El resto queda para más adelante. Como la creación de una comisión de trabajo que se formará en las próximas semanas y que elaborará en el plazo máximo de seis meses un nuevo protocolo y un plan de trabajo. Así como la ampliación en dos años del período de la declaración de impacto ambiental del enlace ferroviario, que caducaba el próximo mes de junio. 

La deuda

«El marco regulador no permite su condonación».

La Autoridad Portuaria debe 300 millones de euros de los 330 que obtuvo del Banco Europeo de Inversiones (130) y de Puertos del Estado (200) para pagar Langosteira, en la que se han gastado 1.000 millones de euros. Cuando suscribió estos préstamos, el Puerto contaba con poder culminar la operación urbanística de privatización de los muelles de Batería y Calvo Sotelo y de parte de San Diego, tal y como estipulaban los acuerdos del 2004, que le reportarían 250 millones de euros para hacer frente a la deuda. Pero esa venta no se produjo y el Puerto, que en el 2019 facturó 31 millones -luego llegó la sangría del covid- y a partir de este 2021 tendrá que desembolsar entre 7 y 15 millones de euros anuales para amortizar los préstamos, ha entrado en riesgo de quiebra. Ahora, Puertos del Estado suaviza el pago y ayer otorgó una moratoria hasta el 2035, lo que da oxígeno a sus cuentas. 

El tren

Sin enlace ferroviario, no hay desafección de todos los muelles interiores

Para que la ciudad se haga con los terrenos portuarios para hacer parques, casas o sendas y crear así un nuevo frente marítimo que cambie la ciudad por completo, antes deberán irse las empresas que trabajan en los muelles interiores. Y estas no se irán mientras no haya un tren a Langosteira para mover sus mercancías. La fecha de licitación de las obras caducaba en junio. Este martes se acordó que el informe medioambiental que las amparaba tenga vigencia dos años más. 

Batería y Calvo Sotelo

Los primeros en quedar liberados

Los muelles de Batería y Calvo Sotelo serán los primeros del puerto interior que quedarán libres de actividad portuaria y podrán ser reabiertos a los ciudadanos. No hay una fecha clave, pero se espera que sea el año próximo. Lo que sí se abrirá será el muelle de Trasatlánticos. El mes que viene. 

Los convenios del 2004, firmados para la construcción de punta Langosteira, preveían que esa obra se financiase con la urbanización de esos muelles y el de San Diego. Esos pactos han caído en desgracia, y la práctica totalidad de las fuerzas políticas son partidarias de rescindirlos o cambiarlos. Pero por el momento no se ha llegado a ningún consenso. Si esa situación se mantiene, es probable que los muelles queden inactivos y vacíos, mientras que el Puerto no puede recurrir a ellos para pagar la deuda de 300 millones que afronta por Langosteira.