
El pintado de la zona peatonal se iniciará el lunes, tras instalar el nuevo mobiliario
15 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La colocación de una nueva marquesina de bus a la altura del Obelisco impide por el momento que finalicen las obras de reforma de los Cantones, que el Ayuntamiento de A Coruña inició el pasado 11 de mayo con la previsión de que estarían terminadas durante la primera mitad de junio.
La parada en cuestión está a la altura del Obelisco. En ese punto está revisto instalar una plataforma elevada para facilitar el acceso a los vehículos de transporte y una marquesina que proteja a los usuarios de los elementos.
La colocación de esas piezas estaba prevista para semanas anteriores, pero se ha retrasado, lo que repercutirá en los plazos del conjunto de las obras. A pesar de ello, lo previsible es que los trabajos queden listos en los próximos días, ya que la mayor parte de la reforma está terminada.
De hecho, en los últimos días se han pintado las señales viarias del nuevo carril bici, que se ha delimitado con pintura roja, siguiendo el modelo de la señalización que se empleó en el entorno de la rotonda de Salgado Torres.
El plan del gobierno local pasa por delimitar la nueva zona peatonal con una pintura de color ocre claro, de forma que los ciudadanos la distingan con facilidad de la zona de tráfico rodado.
De hecho, ese es uno de los objetivos del gobierno local, que ya limitó la circulación en parte de los carriles de los Cantones el año pasado, cuando se levantó el confinamiento total por el coronavirus. Esa decisión tenía el objetivo de facilitar a los ciudadanos más espacio para pasear sin aglomerarse y guardando las distancias de seguridad.
Con ese fin se restringió el tráfico rodado en uno de los carriles del paseo o en parte de los carriles con dirección salida de los Cantones. Esas limitaciones se señalizaron mediante elementos provisionales. En el caso de los Cantones se utilizaron bancos de piedra provenientes del tramo del Portiño del paseo marítimo, que se desplegaron como obstáculos provisionales en la avenida.
Los bancos dieron resultado, ya que impidieron la entrada de coches. En los días inmediatamente posteriores al confinamiento, la avenida se llenó de peatones. Pero gran parte de los transeúntes son reacios a ocupar ese espacio, que mantenía todos los elementos de una zona con tráfico rodado, desde las señales viarias hasta el asfalto de color negro.
El impacto visual de los bancos del paseo también fue tachado de excesivo, ya que no se consideraron adecuados para una zona tan emblemática de la ciudad. Además de que su elevado peso provocó daños en la calzada.
Para solventar esos problemas, el gobierno local proyectó una obra de envergadura, del Teatro Colón a la plaza de Mina, pero de coste reducido, apenas 200.000 euros, que serviría para retirar los elementos discordantes en la zona, consolidar el área peatonalizada el año pasado y ensayar la reforma definitiva de esa zona, prevista para los próximos años
La reforma provisional arrancó el pasado 11 de mayo. El grueso de los trabajos quedó listo, como estaba previsto, antes del 4 de junio; a tiempo para que se celebrase el Gran Premio Cantones de Marcha al día siguiente.
Las características de la prueba impidieron que se ejecutasen algunas partes del proyecto, como la colocación de la marquesina, de jardineras y de otros elementos de mobiliario urbano. Esos trabajos estaban previstos para la semana siguiente a la prueba atlética. Sin embargo, tras la competición se comprobó que serían precisas otras mejoras, como la adecuación de las tapas de registro y alcantarillado y retoques en la mediana central. Esos trabajo se desarrollaron en los últimos días, a la espera de que se pueda completar la marquesina, para el pintado final y la colocación del mobiliario.
Una reforma con fecha de caducidad para preparar la intervención definitiva
La reforma de los Cantones que se está desarrollando en la actualidad es una obra provisional. Ha servido para retirar de la calle unos elementos aún más provisionales: los bancos de piedra del paseo marítimo con los que se restringió el tráfico hace un año. Su otro objetivo es anticipar la reforma definitiva de la zona, que se ejecutará en próximos años con un presupuesto mucho más elevado, superior a los 3,8 millones de euros.
Ese proyecto incluye una reforma del cruce de la plaza de Mina, que se simplificará para conformar un paseo entre el Cantón y la calle Compostela. Esa vía será peatonalizada. De hecho, la reforma de la calle Compostela es la «fase cero» del proyecto de los Cantones. El gobierno local prevé que comience este mismo año y que se invierta algo más de un millón de euros en la reforma.
El proyecto del Cantón también incluye la peatonalización del último tramo de Santa Catalina, desde Durán Loriga al Cantón. Los coches que circulen por Santa Catalina desembocarán así en San Andrés, que será «bulevarizada», pero en la que se mantendrá el tráfico motorizado.
La otra vía peatonalizada será Entrejardines, lo que permitirá unificar los jardines de Méndez Núñez y crear un paso peatonal hacia los muelles desde Santa Catalina. La parada del bus metropolitano que funciona ahora en ese espacio será trasladada, de acuerdo a los últimos planes del Ayuntamiento, al muelle de Calvo Sotelo una vez que abra al público. La última calle que quedará vetada al tráfico, de hecho ya lo está, es Rúa Nueva, que como el Cantón será objeto de mejoras en el mobiliario y sus elementos urbanos en próximos días.