Javi Chapela: «Hace un año ni me planteaba poder dar un concierto ante mil personas»
A CORUÑA

El joven artista coruñés actuará en el festival Pasatempo en Betanzos el 31 de julio
21 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Está dando sus primeros pasos en el mundo de la música, pero a una velocidad de vértigo. Javi Chapela, coruñés de Oleiros de mayo del 2002, es de esa generación a la que el confinamiento pilló en segundo de bachillerato. La promoción que se quedó sin fiestas tras un año de encierro que a Javi le sirvió para poner en marcha un proyecto artístico que le llevará el 31 de julio a compartir escenario con Carlos Sadness en el festival Pasatempo en Betanzos. Hace un año colgaba vídeos con su guitarra en las redes sociales por simple aburrimiento pandémico y ahora está planeando recorrer los escenarios de toda España con canciones como Malas costumbres o Marineda. Y todo mientras saca adelante su primer curso universitario, que lo primero es lo primero.
—¿De dónde sale esta vocación musical?
—Es algo que llevo arrastrando toda la vida. Mis padres me metieron en la Escola Municipal de Oleiros, en la Fábrica, y ahí empecé a aprender con seis o siete años. A los 16 descubrí la música indie española: Izal, Vetusta Morla, Love of lesbian, Carlos Sadness, Xoel López... Y empecé a componer mis primeras canciones, que vistas ahora, con perspectiva, eran terribles.
—¿Pero tenía claro que quería dedicarse a la música?
—¡Qué va! No tenía ningún tipo de aspiración más allá de pasármelo bien, de dar salida a la inquietud que tenía de escribir. Me hacía gracia tener mis canciones además de interpretar las de otos, pero nada más.
—¿Cuándo empieza a plantearse que puede ser algo más?
—Tuvo mucho que ver el confinamiento. Pasaba mucho tiempo componiendo, todo el día con la guitarra. Y como todo el mundo estaba subiendo a las redes sociales lo que hacía en casa, pues hice lo mismo, con los poco más de mil seguidores que tenía, todos colegas y gente de A Coruña. Subí algunas versiones y un día me atreví con una de las canciones que había compuesto y a la gente le gustó. Tuvo enseguida cuatro mil reproducciones en Instagram TV. Y a raíz de eso se puso en contacto conmigo Alex Paredes, un chico de aquí, un año mayor que yo, que organizó una especie de festival en línea al que invitó a participar. Terminamos quedando para grabar algo en el estudio que tiene en casa.
—¿Pero se conocían de antes?
—A mi me sonaba, porque teníamos algún conocido en común, pero nada más. Grabé cinco canciones y fue cuando empecé a pensar que podía tomarme un poco más en serio este asunto de la música. Siempre había dicho que si me dedicaba a la música ni de coña lo haría en solitario. Y mira tú... Me estuve informando de cómo se hacía para subir temas a Spotify, los subí y funcionaron, aunque no sé decirte cómo ni por qué.
—Es decir, que hace un año ni se imaginaba tener una carrera musical.
—Sí, tal cual. Incluso hace menos tiempo, hace nueve meses ni me planteaba dedicarme a la música en serio ni poder dar un concierto ante mil personas, como en el Pasatempo.
—¿Y cómo llega hasta aquí?
—En Agosto sacamos la canción Malas Costumbres y al mes siguientes colgamos el resto en una especie de epé. Además coincidió que ese mes me mudé a Madrid a estudiar. Y la cosa empezó a subir, me empezaron a seguir personas de Argentina, México, Estados Unidos... Hasta una de Rusia. Me paraba a mirar las estadísticas de reproducciones, con más de 3.000 en un día y desde diferentes países, y me quedaba alucinado. Y todo en el primer mes y sin ayuda alguna, porque estaba yo solo montando esto.
—No ha tenido ningún tipo de padrino que le diese impulso.
—Nada. Si esta es mi primera entrevista y, precisamente, esta semana pasada he firmado mi primer contrato de representación. A mi me suena rarísimo: ¡tengo mánager! [Ríe]. A mi me dicen el principio del curso pasado que en nueve meses iba a tener mánager y que telonearía a Carlos Sadness y me da un ataque de risa.
—¿Cómo se han tomado en casa, sus padres, este repentino éxito?
—Fliparon. Les hizo ilusión y siempre me han apoyado. Vinieron a mi primer concierto en Madrid. Pero siempre que no me despiste del tema de los estudios. Eso lo tengo claro. Si me puedo dedicar a lo que me gusta no me costará levantarme por las mañanas para ir a trabajar.
«Telonear a Carlos Sadness es un regalo. Por su culpa me compré un ukelele a los 16»
El concierto de este verano en Betanzos será el debuto en directo de Javi Chapela en su tierra. Y, además, teloneando a uno de sus artistas de referencia, Carlos Sadness: «Me ha flipado desde que empecé a descubrir este tipo de música. ¡Por su culpa me compré un ukelele cuando tenía 16 años! Así que para mi esto es un regalo increíble»
—Ha actuado en Madrid y está estudiando allí. ¿Algo relacionado con la música?
—Estoy estudiando Empresa y Tecnología. Poco tiene que ver con la música, aunque sin duda aprenderé cosas que podré encarar en esa dirección. Pero la verdad todavía no me he planteado hacia dónde quiero que me lleve mi carrera. Tiene infinidad de salidas, así que ya veremos.
—¿Es capaz de compaginar los estudios con la música?
—Claro, yo no me cierro ninguna puerta. Por eso no quiero obcecarme pensando en que voy a dirigir todo hacia el mundo de la música. Ya se verá. Por ahora compagino las dos cosas, estudios y música, y no me está quitando mucho tiempo. Ojalá me quitase algo más, pero es que con el covid apenas hay conciertos. A ver si empiezan a surgir más oportunidades de tocar. Aunque a mis padres no les haga mucha gracia [Ríe].
—¿Estar en Madrid es indispensable para desarrollar una carrera musical?
—Aunque con las redes sociales y demás abren muchas puertas, la verdad es que sigue estando todo muy centralizado. Mira lo que me ocurrió con mis representantes. Contactaron conmigo en abril, después de dar mi segundo concierto en Madrid. Una empresa de Cantabria, Influx, pero yo no fui a llamar a ninguna puerta, vinieron a por mí. No sé si podría pasar eso aquí.