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Lola Bautista, agente inmobiliario de A Coruña: «Hay más rotación de pisos: yo cambié cinco veces en tres años»

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Hace más de un año, en plena pandemia, creó su empresa y el pasado día 1 ya abrió un local en la calle Sinfónica de Galicia

11 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Dolores Bautista Peñamaría ( A Coruña, 1986) es una de esas personas que durante el confinamiento no pudo estar parada y dedicó su tiempo a planificar cómo abrir su propio negocio dentro de un sector en el que ya tenía experiencia, aunque ella es licenciada en Derecho. Tras realizar todos los trámites, en agosto del 2020 dio de alta su empresa, la inmobiliaria Bautista. Y, más de un año después, el pasado 1 de septiembre, dio otro paso para consolidar su proyecto y abrió un estudio cerca de la plaza de San Pablo, concretamente en la calle Sinfónica de Galicia, 6. El diseño del local ya anuncia lo que el cliente se va a encontrar.

-No es fácil montar una inmobiliaria de cero. Se necesita tener contactos, hacer una cartera de clientes...

-Ya había estado trabajando en una inmobiliaria en la plaza de Vigo. Pero durante el confinamiento vi que era el momento para tomar una decisión e independizarme, montar un negocio por mi cuenta. Es un sector que me encanta, al igual que el mundo de la decoración, y tuve claro que esta era mi oportunidad.

-¿Cómo fueron los inicios, justo en lo peor de la pandemia?

-Pues fui poco a poco, haciendo yo misma todo desde casa: trámites, nuevos contactos, página web, cartera de clientes... Al principio tenía treinta inmuebles publicados, después subí hasta cincuenta y, ahora hay un centenar, pero en realidad en mi cartera hay más de 300 inmuebles.

-¿Y cómo pudo vender casas desde la distancia?

-Al principio fue todo a través del ordenador y vía telefónica, recibiendo a los clientes en mi domicilio, ya que todavía no tenía un local, y adaptando mi casa para incorporar un pequeño despacho. Después comencé a enseñar pisos y vi la necesidad de tener un lugar más amplio donde poder trabajar y cerrar una venta.

-Y esa necesidad surgió un año después de crear la empresa.

-Bueno, no tenía prisa para ello porque estaba muy centrada en las ventas a través de Internet. Surgió la posibilidad antes del verano y compré el local. Durante agosto estuvo en obras y desde el pasado día 1 ya está operativo.

-¿Mejor con una oficina?

-Pues la verdad es que todavía no he tenido tiempo para valorarlo, porque lleva abierta muy poco y sigo con esa primera toma de contacto con los clientes. En todo caso, no se trata de una oficina al uso, es tipo estudio, con una sala de juntas, una estética diferenciada y un escaparate que llama la atención, con un mural vegetal.

-¿Qué ámbito geográfico abarca su negocio?

-Toda la provincia, pero especialmente la ciudad de A Coruña. La verdad es que no esperaba que me fuera tan bien. Ha sido una sorpresa, pero también ha supuesto un esfuerzo muy grande.

-Los precios no paran de subir. ¿Habrá un momento en que se moderen?

-La zona centro siempre va a ser cara. No creo que ahí bajen los precios. Y, a pesar de ello y de las dificultades económicas que trajo la pandemia, la gente sigue comprando igual o más que antes de la llegada del coronavirus. Los precios de los alquileres también son elevadísimos y enseguida encuentras inquilinos. Quizás lo que sí se ha abaratado un poco son los locales comerciales, porque no hay compradores.

-¿Pero sigue en alza la tendencia de los coruñeses a buscar casas en las afueras?

-Sí, sí. La venta de chalés, de casas unifamiliares con finca, de terrenos... se sigue moviendo muy bien y los precios también han subido como la espuma.

-Ósea, que la pandemia no ha golpeado el negocio inmobiliario...

-Hay inversores que compraron pisos para después alquilarlos por temor a lo que pudiera pasar con su dinero en el banco. En ese sentido ha animado a algunas personas a comprar para después reformar, alquilar o vender. Lo que se compra no está en los niveles del año 2008, pero en el centro de A Coruña el precio del metro cuadrado ronda los 3.000 euros. Y sigue en alza.

-¿Cree que el sector podría volver a sufrir una crisis como la de entonces?

-Sinceramente, no lo sé. De momento, al menos en mi negocio, se alquila y se vende todo. Y hay mucho inversor que compra para rehabilitar y, después de hacer la reforma, lo vende por el doble. Sigue habiendo negocio, desde luego.

-¿Por qué el precio de los alquileres también son tan altos?

-Porque hay mucha demanda y poca oferta. Hace cuatro o cinco años unos estudiantes podían alquilar un piso por 500 euros al mes. Ahora, uno de dos o tres habitaciones, sin ascensor ni garaje, ronda los 750 euros.

-¿Qué piso busca el coruñés medio?

-Muchos clientes me dicen que venderían su propiedad si encuentran una vivienda en la ciudad que tenga terraza. En eso, la pandemia sí ha influido. Y también hay mucha más rotación. Es decir, ya no es tan habitual el perfil de un comprador que busca un piso para toda la vida. Eso se acabó. Si se cansa del que tiene o ya no cumple su función, no tiene reparos en vender y comprar otro mejor o que se adapte a sus necesidades. Y en cuanto a la rotación de viviendas, también hablo de familias con niños. En mi caso, por ejemplo, cambié cinco veces de casa en tres años.

EDUARDO PEREZ