Esther Corral es la propietaria y cocinera del bar Galicia de Betanzos, que el año pasado fue la más votada por el jurado popular y este año por el profesional en la semana dedicada a la tortilla de Betanzos. Dice que no da abasto, que no para de ir gente, y que en un día es capaz de batir 80 docenas de huevos
14 oct 2021 . Actualizado a las 20:47 h.Esther casi no tiene voz. A su móvil Alcatel le sucede lo mismo. «Esto es una locura. No para de venir gente. Afortunadamente cuento con una clientela fiel, pero desde que se supo que era la ganadora... En un día utilicé unas 80 docenas de huevos», comenta en Radio Voz. Entre la afonía y la calidad de la señal, cuesta descifrar sus palabras. De lo que no hay duda es de la calidad de sus tortillas. El año pasado fue la más votada por el jurado popular y este año ganó el premio del jurado profesional del concurso de la Semana de la Tortilla de Betanzos. «Y creo que igual repito el del público porque sé que hay mucha gente que me votó», asegura desde el modesto bar Galicia Esther Corral, de 66 años y natural de As Pontes, que dice que fue el lugar donde aprendió a hacer el plato más popular de Betanzos. «Parece que tengo 40», comenta con buen humor sobre su edad. Por vitalidad que no sea. Se levanta temprano, y hasta que abre el negocio, a eso de las doce, utiliza una cocina que tiene en el primer piso del local para preparar carne asada, croquetas, pulpo o bacalao, por citar solo algunos de los platos de la carta. Todo lo hace ella. De hecho no pudo ir a recoger el premio ni atender la llamada de la alcaldesa, María Barral, porque estaba batiendo algunos de los mil huevos que pasan por sus manos estos días grandes. Este lunes, a la una de tarde el bar estaba abarrotado. «Utilizo patata Kennebec y si no la encuentro uso una blanca que sea buena. Un buen aceite, que hay que dejar que coja temperatura, y le echo sal. Hago tortillas de distintos tamaños según los que sean para comerlas. Una para 4 o 6 comensales lleva unos 14 huevos. Calculo unos tres huevos por cabeza», explica. Quizás la recomienden los fabricantes de Atorvastatina, un fármaco para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. Esther, que por algo se apellida Corral, lleva toda la vida trabajando. De esas cocineras habituadas a sacar adelante cantidad de comidas en espacios reducidos. «Tuve varios locales hasta que hace nueve años decidí instalarme en las callejas. Pena no haber venido antes», comenta mientras la gente se agolpa a las puertas del bar Galicia en busca de la mejor tortilla del año.