Carolina Pan: «Durante la quimioterapia me pongo a bailar y lo subo a TikTok»

Cantante, profesora de baile y aprendiz de reportera, Carolina Pan (A Coruña, 1985) estaba intentando hacerse un hueco en la televisión cuando le diagnosticaron un cáncer de mama. Hoy va a correr la Carrera de la Mujer «por ella, por todas las que lo están pasando y por las que ya no están». Cuando pase la marea rosa, fíjense en el turbante de esta estrella de TikTok.

-¿Le ayudan las redes sociales?

-Para mí son un desahogo. Y animo a muchas mujeres a no estar tiradas en la cama llorando.

-Se graba mucho en el hospital.

-Sí, durante la quimioterapia me meto en el baño, me pongo a bailar y lo subo a TikTok.

-¿Con la vía puesta y todo eso?

-Sí, siempre hago un bailecito que ya llevo preparado. Empecé un día para aliviar un dolor de ovarios [se hizo una extracción de ovocitos antes de empezar el tratamiento] en los últimos diez minutos de la quimio y ya seguí. La gente dice que soy un chute de energía para ellos, pero es al revés. ¡Ellos son mi energía!

-¿Cómo empezó todo?

-En enero me noté un bulto enorme en el pecho. Resultó ser de grasa, pero debajo encontraron un tumor muy maligno.

-Son las palabras más temidas.

-Ya no escuché más. Empecé a llorar y me costó días asumirlo.

-¿Qué le hizo reaccionar?

-Mi médico, Benigno Acea. Me pidió que este año me centrase solo en mí y en curarme.

-La prevención es la salvación.

-Totalmente. Tócate para que no te toque. Si no fuera porque me palpé ese bulto de grasa, aún estaría notando el tumor ahora.

-¿Porque habría crecido?

-Podría haberme descubierto el cáncer ya con metástasis o con los ganglios afectados. Dentro de lo malo, tuve suerte. Luego vino el disgusto de que soy triple negativo, el tumor de mama más agresivo que existe.

-¿Cómo manejó ese momento?

-Me vuelvo a hundir por los seis meses de quimioterapia que me anuncian. Mi melena larga y morena era mi seña de identidad.

-Y se rapó por completo.

-Le pedí a mi pareja que lo hiciera, lo subí a Tik Tok y ese vídeo tiene casi un millón de visualizaciones. En las redes quiero mostrar que, a pesar de que estamos pasando un año horrible, se puede llevar con optimismo.

-Suele ser muy realista.

-Sí. Hablo de las llagas en la boca, cómo nos hinchamos, cómo nos cae el pelo de todas partes y cómo pasamos del estreñimiento a la diarrea en un solo día.

«Lo más difícil que he tenido que hacer en la vida es decirle a mis padres que tengo cáncer»

Cuando Carolina Pan vio el primer anuncio de la Carrera de la Mujer decidió apuntarse enseguida. Ya sea corriendo o caminando, hoy irá arropada por su madre, por sus amigas y por todas las mujeres que, como ella, están pasando un cáncer de mama. «Ellas son mis tetiamigas».

-Hablando de expresiones, ¿le gusta lo de guerreras?

-No me gusta. Nosotras luchamos pero las que se fueron no perdieron ninguna batalla.

-¿Qué frase le repatea más?

-¡El «todo va a ir bien»!

-¿Qué prefiere que le digan?

-¿Qué plan quieres hacer hoy? Vamos a tomar un café, a dar un paseo o ¿qué te apetece ver en la tele? Yo llevo las palomitas.

-Eso mola.

-Es que prefiero eso, que me pregunten si estoy libre para ir a comer gominolas sentadas en un banco del parque mirando el horizonte. Eso me ayuda más.

-¿Cómo lo llevan sus padres?

-Tengo unos superpadres. Junto a mi pareja, son mi gran apoyo en estos momentos. Lo más difícil que he tenido que hacer en la vida es decirle a mis padres que tengo cáncer [se le quiebra la voz]. Mi madre siempre me dice: «¿Por qué no me pasaría a mí?». Creo que les ayuda verme en plan positiva.

-Viendo que el tema de los tatuajes le gusta, ¿tiene previsto alguno nuevo para celebrar que todo esto ha pasado ya?

-Sí. Quiero pedirle a mis padres y a mi chico que me resuman en una palabra lo que ha supuesto este año para ellos.

-¿Cuál sería su palabra para resumirlo todo?

-[Lo piensa] Valentía. Puede que suene muy ególatra, pero con todo esto he sacado una valentía de dentro de mí que no sabía que existía.

Quién es: En Cambre, donde reside, la conocen como «la chica de Luar», porque su paso por el concurso Recantos dejó huella.

Sin miedo: Cuando se enteró de que tenía cáncer de mama estuvo días llorando de rabia, pero luego se dio cuenta de que era más valiente de lo que pensaba.

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