El propietario de la tienda Pucheros en la calle Padre Feijoo continúa la tradición de la familia, que se dedica al menaje desde hace más de un siglo
14 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Le gusta hablar de lo suyo. Y da consejos muy interesantes sobre menaje de cocina: «Lo que se pega a un imán no se debe meter en el lavavajillas. Los tenedores y cucharas no se pegan nunca, pero los cuchillos sí. Los abrelatas, sacacorchos y sartenes hay que lavarlos a mano siempre para que duren», afirma sin dudar Luis Alejandro Rey Martínez, propietario de la tienda Pucheros, de la calle Padre Feijoo. Un local muy grande ubicado justo enfrente de la nueva Zara Home Kids que el viernes inauguró Inditex. «Abrimos en la Navidad del 2006-2007 y esto no era la milla de oro, ahora sí. A la gente le llaman la atención las dimensiones del negocio, es verdad», comenta este coruñés de Federico Tapia que forma parte de una familia que lleva en este sector desde hace más de un siglo. «Siempre fuimos mayoristas de menaje y tenemos naves en Pocomaco. Nunca habíamos trabajado al por menor hasta que comenzamos a explotar este local familiar. Cuando empecé, no tenía ni idea», recuerda. Ahora es capaz de escribir una tesis doctoral sobre sartenes. «Las mejores son las de fondo forjado en hierro (se va a una estantería y trae una muestra). Hay que escapar de las de fondo de micropuntos (también enseña un modelo). Las de acero inoxidable son muy buenas si sabes cocinar muy bien porque hace falta controlar la temperatura. O las de titanio o con recubrimiento de base de agua», añade.
Piezas dedicadas
Luis cumple 40 el mes que viene, está casado y no tiene hijos. Estudió en Peñarredonda y su sueño era ser periodista. «Pero mi padre quiso que estudiase Empresariales. Duré dos años», recuerda. Antes de Pucheros estuvo al frente de un tienda de ropa de bebé hecha mano que se llamaba 9 Meses y estaba ubicada en Rey Abdullah. «Cuando arrancamos aquí, la clientela principal era gente mayor, pero la edad media fue cambiando y entra mucha gente joven. Los programas de cocina tienen que ver con este bum, yo me los veo todos para saber qué utilizan. Me acuerdo cuando Arguiñano empezó con los woks, que fue una locura. Influye más él, a pesar de que ahora sus programas son más cortos, que MasterChef», asegura. Me cuenta que hace años la familia le puso su nombre a un cuchillo, el King L (por Luis Rey), Ahora guarda en la tienda una colección muy especial. «Cuando voy a restaurantes de cocineros que me gustan, llevo un cuchillo de la marca Arcos y un rotulador permanente y les pido que me lo dediquen. Alucinan», relata mientras me muestra estas piezas dedicadas por Pedro Subijana, Luis Veira o Pepe Solla que no vende aunque lo amenacen con una.
Los cocinillas
Dice que lo más raro que le pidió un cliente fue «una sierra de carnicería para cortar huesos o una peladora industrial de patatas. Los cocinillas, que hay muchos, se llevan buenos cuchillos y sartenes. El kit de esferificaciones me lo pidieron alguna vez, pero no lo trabajo», comenta sonriente. Me habla de materiales como el trimetal. «En cacerolas todo tira hacía ahí (me enseña una)», avanza Luis, que sabe que les esperan semanas muy duras pero que compensarán un poco el bajón que sufrieron los pedidos de hostelería. «En Navidad no salgo de aquí. Y no vamos a tener problemas de desabastecimiento porque somos mayoristas y estamos continuamente comprando. Creo que el regalo estrella van a ser los cuchillos», comenta, Dice que en su casa tiene buenos productos, «aunque tardé tres años en llevar un cuchillo de cortar pan», confiesa. Cuando no está en la tienda, su gran pasión es el cine. «Es una locura. Una vez mi mujer me llevó al festival de Sitges por sorpresa». Charlamos en la propia tienda, rodeados de todo tipo de utensilios de cocina, pequeños electrodomésticos, copas, baterías de cocina y hasta carritos de la compra. «Conozco todas las sartenes del mercado y estoy pendiente de cualquier novedad que aparezca en el mundo. En sartenes, cacerolas y cuchillos no me gana nadie. Es algo que me gusta y controlo. Me formé con un montón de gente», sentencia. Es hora de abrir la tienda.