La válvula de escape para el tráfico de Alfonso Molina sigue siendo solo un dibujo para A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

El enlace de la AP-9 y la tercera ronda no tiene fecha ni fondos para iniciar las obras

26 nov 2021 . Actualizado a las 12:05 h.

La tercera ronda, inaugurada en el 2015 tras años de retrasos, fue ideada para ser la nueva entrada en la ciudad y una válvula de escape de Alfonso Molina. Como enlace directo con la A-6 ha facilitado la conexión de miles de coruñeses con la red de carreteras de alta capacidad. Pero no ha servido para aliviar Lavedra.

En el 2019, la transferencia de tráfico de Alfonso Molina a la tercera ronda se estancó. Por la primera seguían pasando más de 119.000 vehículos al día (8.000 menos que unos años antes), y la segunda se quedó en 28.000.

Pero cuando la tercera ronda fue diseñada se estimó que 30.000 usuarios de Lavedra pasarían a usarla. ¿Qué ha fallado?

Una causa es que no hay conexión entre el tramo final de la AP-9 —que aporta mucho tráfico Alfonso Molina— y la ronda.

Ese enlace existía en los planes iniciales. La idea era que la tercera ronda conectase con el aeropuerto de Alvedro —un tramo que sí se hizo— y que además se construyese un enlace entre el aeródromo y la autopista. 

La Voz

Una solución de 1,5 kilómetros

Aduciendo motivos técnicos, la Administración rechazó enlazar la AP-9 con Alvedro, y separó el aeropuerto de la principal vía de comunicación de Galicia.

Las obras de la tercera ronda arrancaron en el 2007. Con el enlace Alvedro-autopista pospuesto desde hacía 14 años —y casi sin esperanzas de que se hiciese— el Ayuntamiento y la Xunta plantearon una solución para unir la tercera ronda con la autopista. Acabó siendo conocido como el vial 18 (por su identificación oficial V-18). Tendría solo 1,57 kilómetros y uniría ambas vía de alta capacidad cruzando por el entorno de la urbanización Rialta. Se estimó que la inversión no superaría los 20 millones de euros y a partir del 2011 el Ayuntamiento, consciente de su importancia, empezó a reclamarlo de forma habitual. Al contrario que con la ampliación de Alfonso Molina, todos los grupos con representación en el pleno están de acuerdo con el proyecto. Pero nunca se inició, y todavía hoy carece de fechas y fondos. 

Sin previsiones de futuro

En los presupuestos del 2022 el Vial 18 solo cuenta con 100.000 euros. Esa partida es una rectificación de la Administración central a sí misma, porque en sus cuentas del 2019 sí aparecía una partida de tres millones de euros, a la que seguirían otras tres de cinco millones para completar las obras este año, el 2021, con un gasto total de 18 millones.

Los presupuestos del Estado tienen rango de ley, aunque, como con otras grandes infraestructuras, en el caso del vial 18 han sido los propios gobiernos quienes no cumplen las previsiones.