Jorge González, gerente del negocio, dejó su trabajo hace ocho meses para ponerse al frente del establecimiento fundado por los antepasados de su mujer
12 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Es una tienda única. Un negocio-leyenda que no solo tiene solera, también productos difíciles de encontrar en otros sitios. Hay una frase que forma parte del ADN coruñés: «Pregunta en Villar, que igual lo tienen». «Y muchas veces lo tenemos. Desde que se fundó la droguería uno de los objetivos de la familia es traer novedades, cosas diferentes», explica Jorge González. Es el actual gerente de este tesoro fundado en 1827 por un antepasado de su mujer, Montse Villar, hija de Alberto, que forma parte de la sexta generación. Cuando arrancaron hace casi dos siglos, la farmacia de la calle Real y la droguería de los Olmos era todo uno. Villar fue un precursor en distribuir a todo el norte de España mercancía que llegaba por barco. En 1934, debido a una ley anterior promulgada por Primo de Rivera, hubo que separar la botica de la tienda. Todo es historia entre estas paredes. Jorge me muestra un diploma que les enviaron desde la compañía de seguros porque la póliza de los cristales del escaparate es de 1935. Y su intención es seguir haciendo historia. «Hace 8 meses que dejé otro trabajo para ponerme al frente de la droguería. Venir aquí es la auténtica experiencia de compra, pero decidimos incorporar la venta online. Empezamos esta semana y vamos poco a poco con algunos productos. También estamos posicionándonos en redes sociales», anuncia. Jorge quiere seguir los pasos de José Luis, el empleado de siempre, que era especialista en asesorar y dar soluciones. A través de la web se pierde el contacto con el cliente, pero se ganan otras cosas. «Damos la posibilidad de recoger en tienda o enviar el pedido a cualquier punto del país», explica. Lo que es verdaderamente único es entrar en este bajo de los Olmos y curiosear. Un tesoro de casi 195 años.