
Os envío ya la carta con mis peticiones. Nadie dijo que fuese fácil, pero por algo sois magos
28 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Queridos Gaspar, Melchor y Baltasar, como el tiempo apremia y a Coruña aún no llega el AVE —somos de ancho ibérico, arguyen—, os envío ya la carta con mis peticiones. Nadie dijo que fuese fácil, pero por algo sois magos:
La calavera y las tibias de Gerión; la tinta con la que Rosalía escribía poemas en la calle Príncipe; la pianola que una noche tiró por una ventana del Papagayo Camilo José Cela; la espada de un templario zombi de Amando de Ossorio; el velo de Lady Stanhope prendido en la rama de un olmo del jardín de San Carlos; la hélice del Urquiola; el micrófono de Pucho Boedo; los ojos con que María Casares miraba a Albert Camus; las respuestas de Benito Pérez Galdós a las cartas de Emilia Pardo Bazán; la pintada de pelirroja Merchi y la de Clemente chivata de los Mallos; una noche en los Olmos con Urbano Lugrís; las voces bravas de María Pita e Inés de Ben en su arenga contra Drake y los ingleses; el gol de Djalminha al Celta; el cara a cara de Sofía Casanova y León Trotski en San Petersburgo en 1917; el luto de Viuda Gómez; un botijo de Casa Enrique; la biblioteca de la Antorcha Galaica del Libre Pensamiento; el celuloide con el que José Sellier rodó el entierro del general Sánchez Bregua; la tertulia ultramarina de Juana de Vega; los calamares del Otero; la boquilla con la que fumaba Wenceslao Fernández Flórez; el primer toples en la playa de Riazor; la boda de Marcela y Elisa en San Jorge; los pinceles que el padre de Picasso le entregó al pequeño Pablo en Payo Gómez; la luz de la cabaña de pescadores de las Sisargas que despidió a Humboldt al zarpar a América; la lancha de Santa Cristina; el primer Noroeste Pop Rock en el palacio de los deportes; la vista de Irlanda desde lo alto de la Torre; y el año 1906, en el que empezó casi todo, para bebérmelo a vuestra salud.