Arranca la obra de Alcalde Marchesi en A Coruña, de los maceteros a los árboles tecnológicos

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Marcos Míguez

Los trabajos convertirán la calle en un espacio verde con un diseño urbano innovador. Estarán listos dentro de un año tras una inversión de un millón de euros

29 jul 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

Este lunes comenzaron las obras de reforma de las calles Alcalde Marchesi y Primavera, que dicen así adiós a los maceteros, bolardos y otros obstáculos, desplegados hace año y medio para impedir la entrada de los coches.

La reforma, presupuestada en 975.000 euros, estará lista en el plazo de un año. Tiene el objetivo de consolidar la peatonalización de ambas vías, que se convertirán en un espacio verde, de ocio y comercial integrado en la ronda peatonal, un itinerario a pie que unirá San Diego y el Agra.

Fueron los vecinos y los comerciantes quienes plantearon en el 2020 que el adiós al tráfico fuese para siempre, explicó el viernes la alcaldesa, Inés Rey, en el programa Cita en María Pita.

La peatonalización se había ensayado con éxito en las Navidades del 2019, cuando se registró un fuerte aumento de la actividad comercial y de la presencia de ciudadanos en ambas calles. La medida provisional se alargó durante las rebajas, pero terminó por hacerse permanente con la llegada del coronavirus. Después de los tres meses de confinamiento total, cuando se permitió a los ciudadanos salir de casa otra vez, fue necesario ampliar los espacios peatonales en muchos barrios para mantener la distancia de seguridad.

Uno de los puntos elegidos fueron las calles Alcalde Marchesi y Primavera, donde ya había consenso para peatonalizar.

El proyecto de reurbanización fue encargado a la firma coruñesa Naos Arquitectura, que diseñó una nueva calle verde y colorida, adornada con dos hitos característicos llamados árboles tecnológicos que funcionarán como punto de encuentro en sus intersecciones. Los responsables del estudio, acompañados del concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, y la alcaldesa, Inés Rey, presentaron el plan a los vecinos en septiembre del 2020, en un acto celebrado en el Fórum Metropolitano. Lejos de plantear objeciones, la primera pregunta que hicieron los asistentes fue «¿cuándo empezamos?».

Hubo que esperar. Con los presupuestos prorrogados, las obras no se licitaron hasta octubre del 2021. Pero el trámite se resolvió con rapidez, y quedaron adjudicadas el pasado diciembre.

Las vallas para iniciar los trabajos se colocaron esta mañana. El plan de obras es comenzar por el cruce con Ramón y Cajal y luego subir hacia Primavera y Cuatro Caminos. La obra, que afectará a una superficie de 3.200 metros cuadrados, arrancará con la sustitución de la red de saneamiento. A continuación se instalará el firme y por último el mobiliario urbano y la vegetación, que incluye Los trabajos incluye 20 bancos con jardineras, 33 bancos singulares diseñados en exclusiva para el proyecto, 20 bancos de forma cúbica, cinco mesas de ajedrez, 16 bancos de madera, 16 ejemplares de árbol prunus amanogawa y arbustos de seis especies diferentes.

La calle tendrá un aspecto muy diferente, y no solo por el mobiliario y la vegetación. El proyecto de Naos incluye colores en la pavimentación, verde y azul. El suelo se ejecutará con hormigón continuo, excepto en las zonas de juegos infantiles, en las que se empleará caucho. Los espacios de color se intercalarán con la vegetación y el mobiliario para dar un ritmo dinámico a la calle y dar forma a zonas de estancia.

Las zonas de juegos infantiles y juveniles contarán con entretenimientos tradicionales como la mariola, pimpón o ajedrez.

Pero la principal característica de la vía serán sus dos árboles tecnológicos. Medirán 12 y 8 metros, y estarán formados por siete y cuatro columnas de acero corten con distintas alturas. Imitarán el tronco de un árbol, y sus ramas tendrán distintas inclinaciones para facilitar la diseminación de la luz. El más grande estará situado en el cruce con Benito Blanco Rajoy y el otro en la intersección con Primavera.

Los árboles tecnológicos serán puntos de encuentro, pero también servirán para recargar dispositivos electrónicos y conectarse a la red, de ahí su nombre.

Cuando las obras estén terminadas, el tráfico quedará restringido a vehículos de emergencias y, a primera hora de la mañana, a los de carga y descarga. También se permitirá el paso a los coches de los residentes con garaje. 

La ronda peatonal

La reforma de Alcalde Marchesi y Primavera es, como se ha indicado, un tramo de la «quinta ronda peatonal», como la bautizó Inés Rey. Ese itinerario, de 3,5 kilómetros de largo, aprovechará vías peatonales ya existentes, como la calle Barcelona,la Gaiteira o Ángel Senra.

Pero también incluirá vías reformadas durante este mandato, como es el caso de Puga y Parga, Mariscal Pardo de Cela, Oidor Gregorio Tovar y el tramo de Ramón Cabanillas hasta el mercado. En esas calles, que suman 7.500 metros cuadrados, se ha invertido un millón de euros.

El objetivo inmediato del gobierno local es ampliar la ruta con tres tramos más. El resto de Ramón Cabanillas, hasta completar toda la calle, y los dos segmentos en los que se ha dividido Alcalde Marchesi. El primero, de la plaza de Cuatro Caminos a Ramón y Cajal, es el que se empezó a ejecutar este lunes. El otro discurre pegado al centro comercial Cuatro Caminos. Será reformado de acuerdo a un plan presentado el pasado verano que prevé su humanización, pero no la peatonalización total, que sería muy compleja por la ubicación de la calle. Esos tres tramos sumarán 12.000 metros cuadrados de superficie peatonal o semipeatonal y requerirán una inversión de tres millones de euros.

La calle Compostela

Además de la quinta ronda, el gobierno local tiene otros proyectos de peatonalización y humanización en trámite. El más inmediato es el de la calle Compostela. La obra fue adjudicada en diciembre, al mismo tiempo que la de Alcalde Marchesi, a la empresa Manuel Rivas Boquete, con un presupuesto de 821.000 euros.

La reforma supondrá la peatonalización total del primer tramo, hasta la calle Picavia, y de ahí en adelante habrá un solo carril de circulación. Los trabajos durarán seis meses e incluyen la plantación de árboles, la introducción de nuevo mobiliario urbano y la remodelación de los cruces.

El gobierno local diseñó la reforma de la calle Compostela como el primer paso de la remodelación de los Cantones. Esa obra, uno de los principales proyectos de rediseño urbano del mandato, fue presentada en el 2020, pero todavía está en sus trámites previos y carece de fechas de ejecución. Su objetivo es remodelar la emblemática avenida para crear un largo paseo que se iniciará en Puerta Real y terminará en la calle Compostela. La distribución del tráfico será similar a la actual, aunque también se peatonalizarán Entrejardines y el último tramo de la calle Santa Catalina.

Además se simplificará el cruce de la plaza de Mina, con el fin de facilitar el tránsito peatonal con la calle Compostela y también el tráfico de vehículos provenientes de la plaza de Pontevedra a través de la calle Juan de Vega, que de acuerdo al plan se convertirá en una de las principales salidas del centro de la urbe.

San Andrés

La otra gran remodelación pendiente es la de San Andrés. El departamento de Urbanismo tiene muy avanzada su tramitación, ya que incluso cuenta con el visto bueno de Patrimonio, pero la obra no puede iniciarse por falta de presupuesto, ya que el Ayuntamiento sigue con las cuentas prorrogadas del 2020.

La reforma de San Andrés pretende devolver a la calle su aspecto original de bulevar arbolado, con una mínima circulación de vehículos. El proyecto cuenta con el respaldo de vecinos y empresarios, que durante las últimas décadas han advertido como la antigua gran calle comercial de la ciudad se ha convertido en una decadente vía de paso de vehículos, con gran parte de sus negocios cerrados y numerosas viviendas en mal estado.

El proyecto busca revertir esa situación dando protagonismo a los transeúntes, lo que debería reactivar el comercio y la hostelería. Así ocurrió en otras vías que experimentaron cambios similares, como la calle Barcelona.

Pero el plan también pretende devolver a la ciudad uno de sus espacios más característicos, su primer bulevar, diseñado en el siglo XVIII siguiendo el penamiento del urbanismo ilustrado.