Dulces bien visibles con una decoración alusiva a San Valentín, el incentivo de la pastelería Naya
12 feb 2022 . Actualizado a las 10:41 h.Si el amor es muchas veces fruto de un primer impulso, su celebración también puede ser repentina. «La gente no suele encargarlos pero cuando vienen a por el pan se acuerdan y los llevan». Esta es una de las formas de vender pasteles, bombones y dulces alrededor del día de San Valentín. Así lo explica Ignacio Fernández Naya, de la pastelería Naya de Culleredo, y lo resume diciendo: «Llevar pasteles es muy de impulso».
Por ello, en este local, que dispone de un obrador propio, preparan pasteles y bombones para dicha celebración. Lo hacen generalmente en un formato pequeño «para una o dos personas», con el fin de facilitar el hecho de poder tener un detalle dulce.
Además, «el precio no es muy caro, suele estar por debajo de los 15 euros», explica Fernández Naya. Todo esto hace que la mayor parte de las ventas vinculadas con el San Valentín tengan lugar en el mismo día, si bien «este año lo proyectaremos todo hacia el domingo, porque los lunes habitualmente no abrimos», adelanta.
Lo cierto es que, aunque Naya no lo comenta, esa inmediatez también resuelve algunos embarazosos olvidos que podrían costar más de un disgusto amoroso. En esta pastelería tienen previsto que se note la celebración de San Valentín y para ello contarán con una decoración adecuada en la que no falten los clásicos corazones.
Naya destaca que los pasteles pequeños, de todo tipo, «siempre se han vendido mucho» y apunta, como curiosidad, que esto ocurre en la comarca de As Mariñas y en gran parte de la provincia coruñesa «porque a la gente que viene del sur de Galicia o de otros sitios a veces les sorprende que tengamos este tipo de pasteles».
Disponer de un obrador propio, al frente del cual está Fernández Naya, les permite elaborar «bollería, pastelería mini, las trenzas que son la marca de la casa [de hecho las llaman trenzas de Vilaboa], tartas personalizadas, larpeiras, bombones, bicas, pastas...», detalla. Todo ello sin olvidar que son quienes elaboraran «el auténtico panettone gallego».
Otro de los productos que se puede encontrar en la pastelería Naya, que en este 2022 cumplirá veinte años, son empanadas, algo que no es habitual en una pastelería, pero que tiene su explicación en el hecho de que «la familia tuvo una panadería en Vilaboa donde las hacían y aquí las seguimos haciendo».