
Nieves y su marido Toni gestionan las dos librerías Santos Ochoa que hay en la ciudad herculina
14 feb 2022 . Actualizado a las 10:02 h.Va a hacer nueve años que Nieves y Toni se mudaron de Ferrol a A Coruña para aprovechar la oportunidad que les brindaba la vida, y por qué no, de paso tachar un sueño de la lista de cosas pendientes. Así fue como en el 2013 abrieron Santos Ochoa en el centro comercial Marineda City, una franquicia de la librería fundada en 1915 y que cuenta con presencia en siete comunidades. Ambos venían de mundos completamente ajenos a la literatura, y fue su pasión por la lectura la que los embarcó en este proyecto. «Nuestras librerías —en agosto del 2016 abrieron otra en el centro de la ciudad, en la calle Teresa Herrera— ofrecen un ambiente relajado, propio para que la gente venga a pasar la tarde, a sumergirse entre libros y papelería, además, el personal está muy formado y es muy agradable», señala Nieves, que junto con su marido se encargan de gestionar las librerías, aunque no tienen problema en echar una mano si hay apuro.
Tiene la suerte de ver el negocio desde dos perspectivas comerciales, la que otorga un centro comercial y la que le da el estar a pie de calle, y asegura que se ven algunas diferencias, sobre todo en las preferencias de los lectores. «En el centro de la ciudad se lee más ensayo, novela histórica o biografía, y mucho infantil. Quizás infantil en gallego se lea más en Marineda, donde también se demanda mucha novela romántica o negra», asegura Nieves que posee dos negocios a medio camino entre las pequeñas librerías de barrio y las grandes cadenas de distribución. «Para mí son mucho más personales que las típicas franquicias —añade—, estamos más en contacto con las personas».
Su perfil de cliente es variopinto. Los hay que entran a tiro fijo y otros que piden ayuda para encontrar un título adecuado, sobre todo cuando se trata de un regalo. Nieves es rotunda cuando dice que la lectura es un hábito que debe adquirirse a edades tempranas, «porque siempre tiene que haber un libro que te guste. Si no te gusta uno muy grande, uno pequeño. Si no te gusta el libro, pues un cómic, y si tampoco te convence, pues otro tipo, mismo de estos de rellenar, tipo scrap...». ¿Y los que dicen que no leen porque no tienen tiempo? «Es que muchas veces no hay tiempo, cuesta mucho hacerse al hábito y encontrar 15 minutos, porque siempre lo puedes ocupar con otra cosa... A mí me pasa muchas veces, nunca tengo tiempo para lo que quiero», relata Nieves.
El manga, disparado
Desde pequeña es una voraz lectora. Recuerda que tenía 10 años cuando empezó a devorar libros. «Tengo una hermana a la que le gustaba mucho leer, yo me leía cómics, pero los acababa enseguida, y para que no la molestara, ella me daba las típicas novelas que leía. Yo veía el libro y alucinaba de lo grande que era. Y mi hermana me decía: ‘Pero no tienes que leerlo todo de golpe, lee un poco y paras', y así fue como empecé», explica Nieves. Disfruta leyendo libros infantiles, sobre todo los que hablan de las emociones, —«soy de las que opina que a partir de que sabes leer, los libros no tienen edad, dice —, y acaba de terminar El secreto de la boticaria. «No suelo mirar el grosor, aunque para ponerme con uno de 500 páginas tengo que tener tiempo. Empiezo a leerlo y si me engancha... porque a veces tengo parado también, aunque cuando no tengo otra cosa a mano, les suelo dar una segunda oportunidad», indica.
Confiesa que las librerías están atravesando un buen momento, y observa un incremento de lectores a raíz de la pandemia. «Yo creo que se publican muchos libros, tantos, que a veces muchos pasan desapercibidos, algunos que son muy buenos, pero en determinadas fechas se juntan demasiados. Notamos un aumento grandísimo con el manga, se ha disparado. Durante la pandemia la gente joven se enganchó, y está triunfando», asegura Nieves que dirige un equipo de nueve personas. De momento, no hay planes de aumentar el negocio. Pero igual que con los hijos, también hay discrepancias sobre si ir a por el tercero.