La Cabaña del Pescador ofrece menú especial para una jornada cuya celebración esperan adelantar al domingo por la noche
12 feb 2022 . Actualizado a las 10:39 h.Las fiestas se conocen por sus vísperas, sostiene la sabiduría popular, y Patricia Lois espera que la noche del 13 de febrero tengan bastante trabajo en La Cabaña del Pescador. Y es que la celebración de San Valentín está muy condicionada por el día de la semana en que cae. Este año es lunes y por ello «la noche del domingo pensamos que se va a trabajar bien. Confiamos en que la gente vuelva a celebrarlo como antes». Lo dice una mujer que reconoce que no era una fecha que le atrajera especialmente pero al incorporarse al restaurante le sorprendió la aceptación que tiene. «Los jóvenes lo celebran mucho», asegura.
El día de los enamorados, la Cabaña del Pescador tendrá un menú especial con zamburiñas a la plancha y «nuestra especialidad, la carbonada mixta», avanza Patricia. No faltarán las románticas velas, alrededor de las que se podrá degustar un postre casero y, por supuesto, «una copita de cava». Todo ello en un escenario con vistas a la playa de Santa Cristina o a la ría de O Burgo.
A la cita gastronómica con San Valentín no solo acuden los jóvenes, también matrimonios «que vienen a celebrarlo. Los conocemos desde hace años y los fines de semana suelen venir con los niños pero ese día vienen solos porque dicen: «Este es un día para nosotros».
Destaca Patricia Lois que tienen «una clientela muy fiel y muy familiar. Hay gente que viene todos los viernes por la noche. Los sábados y domingos llegan con mucha familia». Esto supone, destaca, ver un contraste de edades, si bien también son habituales grupos de gente joven.
Aunque «tenemos una carta muy amplia con arroz marinero, parrillada de pescado, fondue...», el plato estrella sigue siendo la carbonada mixta: «Es una forma de comer carne siempre caliente y al gusto de cada persona». La carne así cocinada es seña de identidad de un restaurante que ha cumplido 32 años «y que siga otros 32», pide Patricia. Su padre, Manuel, y su tío, Ricardo, fueron quienes se hicieron cargo de este establecimiento después de que los dos socios que lo llevaban, como parrillada, lo dejaran. Entre las reformas para la nueva etapa Manuel y Ricardo añadieron las campanas extractoras individuales que habían visto cuando estuvieron trabajando en Suiza y era toda una novedad en aquellos momentos.