La defensa de Diego Bello espera un relevo en los mandos policiales filipinos
A CORUÑA
El abogado confía en que con el cambio de Gobierno en el país se renueve la cúpula de la Policía Nacional y se ejecute la orden de detención de los tres agentes acusados de matar al coruñés. La familia no descarta nuevas movilizaciones si no se realiza el arresto
16 jun 2022 . Actualizado a las 14:39 h.La familia de Diego Bello sigue a la espera de que la policía filipina detenga a los tres acusados de matar al coruñés, ahora en paradero desconocido después de que sus superiores les diesen permisos de vacaciones para que no estuvieran en sus puestos de trabajo.
«Estamos siendo muy apoyados por el Consulado de España en Filipinas y vamos a esperar a ver qué ocurre, porque nos han pedido paciencia para ver si el cambio de Gobierno en Filipinas se traduce en un cambio en su proceder. Lo que tenemos claro es que si no se ejecuta la detención volveremos a movilizarnos e incluso iremos a Madrid para manifestarnos delante del Parlamento. El Gobierno de España no puede permitir que se trate así a un ciudadano español, si mataron a Diego y no ocurre nada, mañana pueden asesinar a otra persona», apunta el tío del coruñés, que destaca que: «El Gobierno nos pidió que nos personáramos en Filipinas, por lo que nombramos un abogado allí y hemos conseguido que un juez emita una orden de arresto contra estos asesinos, pero si siguen en libertad es hora de que el Ejecutivo también actúe».
El abogado del caso, Guillermo Mosquera, indica por el momento, «y al estar en un período de transición en el Gobierno filipino, tenemos que esperar». No obstante, confía en que «con el nuevo Ejecutivo se cambien los directores de la Policía nacional filipina y, con ello, esperamos que ejecuten la orden de prisión para los acusados». No obstante, los familiares de Bello no pierden de vista que el sucesor del presidente Rodrigo Duterte, Ferdinand Marcos Jr, hijo del dictador del mismo nombre que gobernó el país desde 1965 hasta 1986, «seguirá con la misma política antidroga, que supone matar y luego preguntar».
Diego Bello fue abatido a tiros cuando tenía 32 años en la localidad de General Luna en la isla filipina de Siargao, donde residía desde hacía dos años. Según la Fiscalía y el juez, César Pérez Bordalba, el capitán Vicente Panuelos y los sargentos Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda fueron los autores materiales de su muerte. Además, los acusan de falsificar pruebas al «poner en sus manos una pistola y unos gramos de cocaína para poder así decir que Diego era un traficante y que les había disparado primero y que, por tanto, fue en defensa propia».
«El juez ha sido muy valiente y ha actuado contra el gobierno y la policía, por lo es importante se le proteja», manifiesta la familia de la víctima, que no ha parado de luchar para que se haga justicia desde el asesinato del surfero en enero del 2020.