La Policía Nacional desmantela un taller clandestino de armas impresas en 3D en Abegondo

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Policía Nacional

Los agentes encontraron en el registro un subfusil AR9 ensamblado con piezas fabricadas en 3D, que estaba prácticamente acabado

11 ago 2022 . Actualizado a las 11:07 h.

La Policía Nacional detuvo a un hombre en Abegondo que tenía en su vivienda un taller clandestino de impresión de armas en 3D. En los registros practicados por los agentes encontraron un subfusil AR9 ensamblado con piezas fabricadas con impresoras 3D y que estaba prácticamente acabado, tres impresoras de esta tipología, piezas de armas cortas así como algunas ballestas y una catana, cuya tenencia está totalmente prohibida.

La operación, bautizada como Odilo, ha sido llevada a cabo por agentes especializados de la Comisaría General de Información, con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de A Coruña y bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 3 de Betanzos, informa la Policía Nacional. 

La investigación, que culminó con este arresto, se inició a principios de este año cuando agentes expertos en ciberpatrullaje detectaron un canal internacional integrado por usuarios de diferentes países cuyo idioma mayormente empleado era el castellano y a través del cual intercambiaban información sobre armas.

La Policía ubicó a los integrantes en diferentes puntos de España y Latinoamérica, con el matiz de que uno de los más activos, concretamente el que se ofrecía a dar consejos y facilitar documentación, residía en Abegondo.

El pasado viernes, los agentes efectuaron dos entradas y registros con los que pudieron comprobar la existencia del negocio clandestino en el interior de su propia vivienda. También comprobaron que esta actividad ilegal era complementada en su lugar de trabajo, del que no se dan datos, por aprovechar sus conocimientos técnicos para el ensamblaje.

El arrestado disponía, aparte de todo lo mencionado, de un armazón y una corredera, para amalgamar, elaborados en 3D mediante fibra PETG. Además, contaba con una gran cantidad de rollos de esa fibra destinados a la impresión de nuevas piezas, ordenadores, planos, documentación, miras telescópicas y armas airsoft (categoría incluida dentro de las de aire comprimido).

Sobre las ballestas, una era una tiragomas de gran potencia y otra una modificada junto a un gran número de flechas. El detenido, según los investigadores, estaba completando la fabricación de un subfusil AR9, algo que los agentes consiguieron abortar con la operación.

El proceso de elaboración de armas de forma híbrida, conjugando piezas 3D con otras metálicas, se implementaba mediante la compra de elementos en el comercio electrónico.