El nivel del embalse se ha desplomado más de la mitad desde principios de agosto
18 oct 2022 . Actualizado a las 14:22 h.Parcelas donde el agua se retira como de una batalla perdida. Pequeñas terrazas marcadas por la bajada del nivel de la lámina acuífera. Troncos ocultos que comienzan a descubrirse con la punta al aire de alguna de sus ramas. Limo verde en orillas de reciente creación. Tierra agrietada tras semanas sin nutrirse. El aspecto del embalse de Cecebre se ha convertido en el mejor mensaje visual para concienciar sobre el ahorro de agua. El nivel de este recinto descendió esta semana del 40 %, concretamente se encuentra en el 38,1, un nivel inédito para un mes de octubre en los registros de Augas de Galicia hasta, al menos, el año 2005. Hace 12 meses el porcentaje de ocupación era del 67 %. Hubo registros de más del 70 % a estas alturas de año (2008, 2009, 2010 y 2014), y solo una vez bajó iniciado el otoño de la mitad de ocupación (49,7 % hace cinco años).
Pero si algo llama especialmente la atención es la velocidad con la que se ha consumido el agua este verano. Porque Cecebre entró en el mes de agosto con más del 80 % de su capacidad y hoy, solo dos meses y medio después, ha descendido más de la mitad.
Durante las últimas semanas, varios municipios del área metropolitana como Cambre, Bergondo o Miño, han editado bandos instando a la población al consumo responsable de agua con algunas prohibiciones expresas como el llenado de piscinas o el riego de huertos. Pero las rácanas lluvias y las altas temperaturas siguen minando el pulmón acuífero de A Coruña y su comarca. «O nivel do encoro de Cecebre é o motivo polo que todo sistema de abastecemento do río Mero, Arteixo e a ría da Coruña se atopa en situación de prealerta por escaseza, segundo ditaminou a Oficina Técnica da Seca da Xunta o pasado mes de setembro», explican desde Augas de Galicia, para la que la situación de Cecebre es menos preocupante que en otros embalses porque el de A Coruña tiene un plan B con el trasvase de agua desde el lago de Meirama, en Cerceda, cuyas obras ya están ejecutadas, si bien queda pendiente una actuación a cargo de los municipios receptores. Y aún hay una tercera opción en caso de que el nivel se siga desplomando: bombear agua desde Meirama al río Barcés, una de las principales arterias que nutre Cecebre. El lago de Cerceda supone una reserva de agua de 150 hectómetros cúbicos «que permite garantir o abastecemento a toda a poboación da área da Coruña», añaden desde la entidad dependiente de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.
Pendiente de las lluvias
Cuando el 12 de septiembre se activó el escenario de prealerta (al bajar el nivel del 50 % de su capacidad), la compañía Emalcsa, responsable de la distribución de agua para la ciudad de A Coruña, pidió autorización para la captación extra del lago de Meirama a través del Barcés. «Polo momento non está concretado o procedemento técnico que se seguirá para esa captación, cuxa necesidade dependerá da evolución das chuvias destes días», argumentan desde Augas de Galicia.
Este 38 % de Cecebre contrasta con niveles mucho más altos para el abastecimiento de otras ciudades de Galicia. Así, el embalse de Eiras, que surte Vigo, está al 67 % de ocupación; el de Forcadas (Ferrol), al 57 %, y el de Pontillón de Castro (Pontevedra) supera el 80 %.