Concha Monje, investigadora en robótica: «Es importante formarse cuando las máquinas deciden por nosotros»
A CORUÑA
La catedrática de la Universidad Carlos III y madre del humanoide Teo alerta de la necesidad de regulación y control en la clausura del ciclo sobre inteligencia artificial de Afundación
20 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Propone la ingeniera Concha Monje «diluir los miedos» sobre la integración de los robots en la vida corriente, pero a la vez mantenerse alerta, prestar atención a la letra pequeña de los mensajes que irrumpen en la pantalla pidiendo datos y consentimientos y «no darles a las máquinas el poder que no tienen».
La investigadora extremeña, catedrática de la Universidad Carlos III de Madrid y madre del humanoide Teo, un robot bípedo de tamaño y peso humanos, cerró ayer en Afundación el ciclo de conferencias sobre inteligencia artifical que en los últimos meses acercaron a la ciudad los desafíos éticos pero también las oportunidades que despliega la tecnología. «Los robots ya están en las fábricas y nadie duda de las ventajas indudables de sus funciones», advierte la científica, que vuelve una y otra vez a la necesidad de regular, controlar y supervisar su integración social, «desde lo legal y desde lo ético, para que nadie se quede atrás y para que no se produzcan sesgos. Porque ser de Bronx y tener la piel de color no implica ser delincuente. Hay matices sociales y culturales, ¿cómo tratan a las mujeres en algunos países? Nada es absoluto», alerta respecto al mal entrenamiento de los sistemas de inteligencia artificial.
«Es muy importante que nos informemos y conozcamos nuestros derechos cuando las máquinas toman decisiones por nosotros e intervienen en nuestra forma de vivir. Cuanto menos informados, más manipulables somos, y solo el conocimiento no permitirá supervivir en lugar de sobrevivir», apunta la investigadora.
El calado de los temas a debate no es para menos. Teo, el humanoide asistencial desarrollado por el grupo de Concha Monje, puede servir un vaso de agua a una persona con problemas de movilidad. Lo siguiente será (o es ya) la interacción, el diálogo persona-robot, la inteligencia emocional de la máquina, y al mismo tiempo, «los implantes, el chip en el cerebro, el ser humano mejorado, el transhumano y, muy evolucionado, el poshumano», apunta la científica. También de eso se está hablando.