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OFRECIDO POR COLEGIO INTERNACIONAL EIRIS

Ningún estudiante es igual a otro, destaca Dolores Otero Abadín, la directora general del Colegio Internacional Eirís. Un centro creado en la ciudad en la década de los 60 y que pertenece a la Institución Internacional SEK.

—¿Siempre es un reto cada curso escolar?

—Lo es. Este año, además de la entrada en vigor de la Lomloe con los cambios metodológicos que conlleva, seguimos apostando por proyectos donde la tecnología se pone al servicio de la educación. Por poner un ejemplo, el departamento de Investigación y Desarrollo de la Institución Internacional SEK, a la que pertenece nuestro colegio, está desarrollando un sistema de aprendizaje adaptativo que permitirá el uso de inteligencia artificial para adaptar los contenidos, ejercicios, actividades y pruebas de evaluación a los perfiles y estilos de aprendizaje de los alumnos. Basado en los programas oficiales y creado con la participación académica de los profesores de nuestros centros, en colaboración con ingenieros informáticos, se implementará a partir del curso 2023-24 de forma experimental, ofreciendo a los alumnos uno de los recursos complementarios más potentes para un óptimo proceso de enseñanza.

—Su colegio forma parte de un grupo internacional. ¿Qué supone esto?

—La Institución Internacional SEK es uno de los grupos educativos privados más importantes del mundo y suma 130 años de historia. Nuestros alumnos finalizan sus estudios dominando el inglés, conocen el valor del esfuerzo y el trabajo en equipo y son respetuosos y comprometidos. Además, desarrollan un currículo abierto y flexible desde un enfoque internacional.

—Su oferta formativa va desde infantil a bachillerato. ¿Hay alguna etapa más compleja en el desarrollo de los alumnos?

—Cada etapa educativa tiene su función, todas son importantes de acuerdo al desarrollo cognitivo de los alumnos. Lo que buscamos es atenderlos en su particularidad, ya que no todos aprenden de la misma manera ni al mismo ritmo. De ahí que confiemos tanto en el sistema tutorial y personalizado. Respecto al bachillerato, aumentamos la oferta al poder estudiar no solo el plan nacional, sino también el Programa de Diploma del Bachillerato Internacional, que cuenta con el reconocimiento de las mejores universidades del mundo. Este programa favorece el aprendizaje a través de la indagación, fomenta la curiosidad, el afán por aprender y les anima a pensar de manera crítica.

—Como directora, ¿cuál es para usted la meta que debe tener la educación?

—Nuestra aspiración siempre ha sido otorgar una educación excelente a cada estudiante en su singularidad irrepetible, haciendo especial énfasis en la formación integral de los alumnos, preparándolos para un mundo global. Estoy orgullosa de poder celebrar con cada visita de antiguos alumnos sus éxitos, además de la satisfacción que me produce dirigir un equipo docente extraordinario, que trabaja diariamente con esmero.

—En breve se cumplen tres años del confinamiento. ¿Quedaron secuelas?

—La pandemia nos obligó a reinventar de manera repentina formas y modos de llegar a los alumnos. El trabajo que hicimos fue ejemplar y la respuesta inmediata a las necesidades fue global en los 15 países en los que estábamos presentes en el curso 2020-21. No es casualidad que en plena pandemia nuestra institución creciese en número de alumnos y que actualmente estemos en 17 países.

—Su centro imparte enseñanza en inglés. ¿Qué posibilidades abre esto?

—En Eirís el inglés es lengua vehicular porque desde los tres años se habla de forma permanente. Consolidar un programa bilingüe real es un trabajo de años, es un objetivo que nos propusimos alcanzar, a pesar del esfuerzo que eso requirió. Contamos con personal cualificado y con dominio absoluto de la lengua, docentes nativos, para impartir el currículo en inglés.

—Recientemente se celebró el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿Perciben que se «desenganchan» de las enseñanzas científicas ya desde pequeñas?

—El Colegio Internacional Eirís fue fundado por cuatro mujeres universitarias, independientes y emprendedoras en los 60. Si ya entonces fue una educación de vanguardia, no es casual que la Institución Internacional SEK siga esa línea, fomentando la formación de las alumnas en todos los campos del conocimiento.

— Además de las clases, ¿qué importancia dan a las actividades extraescolares?

—Ofrecemos un amplio programa de actividades extraescolares deportivas y culturales, además de tener un conservatorio oficial de música, donde se puede estudiar el grado elemental y el profesional. A eso se le añade el gran abanico de programas, viajes y actividades de nuestra red internacional de colegios.