Los grandes petroleros, de hasta 200.000 toneladas de crudo, se marchan de A Coruña
A CORUÑA
Repsol mantendrá en el muelle de San Diego la descarga de productos refinados hasta el final de la concesión en diciembre del 2027
01 mar 2023 . Actualizado a las 16:15 h.Repsol inició en marzo del 2021 la obra para trasladar sus operaciones del puerto interior coruñés a las instalaciones de punta Langosteira. Casi dos años después, el proyecto es una realidad y el día 3 la multinacional, después de invertir millones de euros, inaugurará su terminal de petroleros y el poliducto entre la refinería y el puerto exterior.
Este cambio no será automático, sino que se hará de forma progresiva. La nueva terminal permitirá que los petroleros, que hasta ahora llegaron casi al centro de A Coruña, cambien de punto de atraque. Pero Repsol seguirá operando en la dársena interior, que reservará para el tráfico de productos refinados, ya que la concesión de San Diego no vencerá hasta diciembre del 2027. Así que durante estos próximos años podrá compatibilizar el uso del nuevo poliducto con el antiguo oleoducto que atraviesa la ciudad y por donde seguirá circulando la materia prima que utiliza para fabricar los productos refinados. Esta infraestructura soterrada está sometida a estrictos controles de seguridad y mantenimiento y, hasta ahora, nunca causó incidentes graves. Pero su clausura será un motivo de alivio para muchos vecinos, y evitará las restricciones derivadas de esas medidas de seguridad.
La obra del poliducto y sus instalaciones auxiliares contó con un presupuesto de 80 millones de euros. A esa cantidad hay que sumar 35 millones de la marina del pantalán y distintas reformas en la refinería presupuestadas en 7 millones. En total, Repsol ha invertido en este proyecto más de 126 millones para lograr el traslado de sus operaciones al puerto exterior. En todo caso, a esa cifra se suman los 130 millones invertidos en mejoras de la refinería entre el 2020 y el 2021.
Once tuberías soterradas
El nuevo poliducto tiene una longitud de 3,8 kilómetros y discurre por los municipios de A Coruña y Arteixo. Está compuesto por 11 tuberías soterradas. Dos de ellas se emplearán en el transporte de crudo entre la refinería y la terminal de Langosteira. Otras ocho se dedicarán al transporte de otros productos y la última se empleará en el trasiego de aguas. El poliducto tiene una anchura útil de diez metros, por los que discurren las 11 tuberías. Además se dejó una franja de dos metros a cada lado de la infraestructura para mantenimiento y vigilancia.
Aunque las obras se iniciaron oficialmente en el 2021, la empresa encargada de ejecutar los trabajos, Sacyr Construcción, llevaba más de un año con actuaciones preparatorias. De hecho, desde el 2019 guardaron en Langosteira más de 50 kilómetros de tuberías de entre 8 y 24 pulgadas (20,32 y 60,96 centímetros), a la espera de que se tramitasen todos los permisos. Los trabajos, en realidad, se iniciaron en varios puntos del trazado al mismo tiempo, aunque la finalización se hizo con retraso, ya que tenían que estar finiquitados en junio del 2022. A partir de ahora, la compañía comenzará a hacer pruebas de los distintos bloques de las instalaciones.
Además del poliducto, otra piedra angular es el pantalán marino, de 520 metros de longitud y calados de entre 30 y 35 metros, muy superiores a los del puerto interior, que permitirán el atraque de petroleros de hasta 200.000 toneladas de peso muerto.