Los locales vacíos en comercialización crecen un 12 % en la ciudad, una de las tres gallegas con los precios más elevados
23 may 2023 . Actualizado a las 14:15 h.La revolución tecnológica se nota a pie de calle. Para observar su impacto solo hay que fijarse en los bajos comerciales. Cada vez hay más espacios vacíos, sobre todo, grandes superficies, las que antes ocupaban los bancos o entidades públicas, como las oficinas del antiguamente llamado INEM, que han dejado huérfano de inquilinos a un local de 780 metros cuadrados en la calle Orillamar.
Según el último informe de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias, Fegeim, en A Coruña ciudad hay 900 bajos disponibles para su alquiler o venta en el circuito de comercialización. El doble que en Santiago, donde contabilizan 475, pero menos que en Ourense ciudad, 1.475, o que en Vigo, 1.275. «Con la finalización de las Navidades y el cierre del ejercicio fiscal anual, han aumentado los comercios vacíos», destacan desde Fegeim.
Elevan a un 12 % este incremento en la comparativa semestral y vaticinan otro aumento próximo al 10 % al término del año. «El número de cierres en los últimos tres años es incluso mayor al trienio 2011, 2012 y 2013, en lo peor de la crisis», destacan.
El imparable desplazamiento de servicios que se prestaban de forma física al entorno digital es una de las causas, a las que hay que sumar el incremento de los gastos energéticos y financieros.
Con todo, A Coruña es, con Vigo y Santiago, una de las tres ciudades en las que menos descienden las mensualidades. En la ciudad se ofertan alquileres que llegan a los 6.500 euros, como el del bajo de la plaza de Ourense en el que hubo una oficina bancaria.
Cinco inmobiliarias por un bajo
En este caso en particular, el de la plaza de Ourense, llama la atención que lo comercializan hasta cinco inmobiliarias diferentes. «No es lo normal, pero hay casos en A Coruña en los que se produce esto», indica Miguel, agente de la inmobiliaria Piso Céntrico, una de las que oferta el bajo.
En total son 380 metros cuadros y es el más caro en alquiler en el centro de A Coruña. «Nos están llamando, sobre todo, muchas cadenas y, en particular, de hostelería. Al ser un espacio tan grande, el coste también es mayor. No todas las empresas tienen la capacidad para asumir una renta así ,de un negocio en primera línea», reconoce Miguel.
Lo mismo opina Patricia, de Engel and Volkers, donde también comercializan este bajo. «El problema, para destinarlo a un local de hostelería, es que no tiene salida de humos. Habría que hacerla por todo el edificio hasta el techo y es un coste elevado», indica la agente. Sobre la renta, destaca que «está en precio. De hecho, ya estuvo más alta. Los propietarios son conscientes de la realidad», explica. Muchas veces, añade Patricia, los contratos no se cierran por las exigencias de ambas partes. Los traspasos suelen ser un aspecto discutido.
La nueva realidad también se percibe fuera del centro. En Orillamar está otro de los bajos vacíos más amplios, el del antiguo INEM, cuyas oficinas se han centralizado en la ronda de Nelle. Se vende o alquila por 5.000 euros al mes. «Para nosotros incluso es barato, dada su superficie», reconoce José Manuel, el agente. «Al no tener salida de humos, no puede destinarse a hostelería. Una clínica dental podría ser uno de los destinatarios», añade.
Espacios a 6.000 euros en Tabacos o en la ronda de Nelle, a 4.500 en Juan Flórez o a 4.000 en Olmos son otros ejemplos. La conversión en viviendas, con la nueva normativa, puede ser una alternativa en algunos casos. «Creo que muchos se van a acabar transformando», avanza Miguel, de Piso Céntrico. «En este caso en concreto, no sería factible porque es un local de casi 800 metros cuadrados», opina José Manuel, por el bajo de Orillamar. La tendencia de las oficinas, como coworkings, a pie de calle, esperan, puede ser otra salida.
Gastos medios anuales de hasta 3.000 euros por tener un local en propiedad
«La reestructuración del sector financiero, la presión fiscal, los altos costes energéticos, la venta online y la falta de competitividad, sumado a la escasez laboral para cubrir empleos en diversos sectores, desde la hostelería a la construcción, ha provocado que cientos de locales en los últimos meses hayan quedado vacíos en los centros y semicentros de las ciudades y municipios más poblados», enumera las causas de este fenómeno en ascenso Benito Iglesias, el presidente de Fegeim.
Teniendo en cuenta que los costes medios anuales de mantenimiento de un local en propiedad ascienden a los 3.000 euros, hay que hacer frente a gastos como la comunidad, el IBI y servicios como la luz y el agua, desde la patronal de las inmobiliarias animan a los arrendantarios a adaptarse a los nuevos tiempos y bajar las rentas. «Deben comprender que perfiles de clientes, antes abundantes, como franquicias y entidades bancarias ya no volverán», remarca Iglesias.