Ducid & Camarero: «En la audioserie hay más de 30 voces, es un mapa sonoro de la ciudad»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

F. M.

Estrenan hoy la adaptación de la novela «Alerta en el Orzán» en la Luis Seoane

20 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas colaboraciones artísticas han dado tanto de sí en esta ciudad como la entablada hace ya algunos años por José Luis Ducid (Buenos Aires, 1969) y Alfonso Camarero (A Coruña, 1972). El hombre orquesta made in Argentina y el músico y productor se conocieron casi por casualidad y del flechazo entre talentos salieron tres piezas, basadas todas ellas en distintos libros escritos por Ducid, que se recogen en una singular muestra en la Fundación Luis Seoane bajo el título de Con-Versión=Textos+Audio, que se inaugura esta tarde a las 19.00 horas. Entre los proyectos presentados está el más reciente vástago de este dúo, la adaptación en formato audioserie de la novela inspirada por el confinamiento pandémico Alerta en el Orzán, una producción grabada en los estudios Gourmet Sound y que se pone en marcha coincidiendo con el tercer aniversario del aquel encierro sin toros.

Pregunta. ¿Qué podremos ver en esta muestra?

Alfonso Camarero. Trabajos que hemos realizado juntos a lo largo de los años que son, básicamente, adaptaciones sonoras de sus libros. Pero como sus libros de aquella manera, pues las adaptaciones también lo son. Y el título de Con-Versión viene de que, en cierta manera, se han convertido en otra cosa. Es decir, no son formatos conocidos, ni son audiolibros. Son... otra cosa.

José Luis Ducid. Podría pensarse en que se trata de juglaría, de musicar textos. Pero no es lo que pasa aquí. Hay momentos líricos, poéticos, estrictamente sonoros, en los que Alfonso encontró una melodía a partir de un texto pero el texto acabó suprimiéndose. Y aún así, funciona. Como sucede en el poema sonoro La Matria Reloaded, derivado de un libro que me publicaron en Argentina, donde por momentos se llega a prescindir de la palabra pero sigue siendo fiel a la idea original. No es un audiolibro, no es un disco... Es un engendro, pero digerible, ya que no duran más de veinte minutos para no asustar al personal.

P. Destaca el estreno de la audioserie Alerta en el Orzán. Es una radionovela, un pódcast...?

A. C. Está a medio camino de todo. Ha sido un trabajo complejo, porque teníamos una subvención del Ayuntamiento y había muy poco margen de tiempo, así que terminamos casi viviendo en el estudio de grabación. Un lío con más de treinta voces diferentes.

P. ¿De dónde salieron esas voces?

A. C. Algunas son profesionales, pero la mayoría no. El libro es muy coral, hay una cantidad enorme de personajes que aparecen solo una vez. Pero son personajes tan peculiares que no puedes coger a un locutor para que te haga varias voces, porque se notaría. Así que cogimos a gente de la calle. Llegamos a interceptar voces en cualquier lugar, nos llamaba la atención cómo hablaba alguien e íbamos a camelarle para que participase. Al final es un mapa sonoro de la ciudad como también la novela es un retrato del paisanaje que hay en A Coruña.

P. V. Llama la atención que Ducid, siendo protagonista y autor de la historia, no sea el narrador.

A. C. No podía serlo, porque es demasiado Ducid. Es un tipo fascinante durante un rato, pero aguantar su verborrea durante cuatro horas puede matarte. Así que necesitábamos a alguien que pusiese algo de tranquilidad, que te llevase por la historia. Decidimos duplicar el narrador protagonista, lo que nos da un contraste muy bueno. La parte racional la hace una voz profesional, bien timbrada, que es el narrador. Pero esta es interrumpida de vez en cuando por la verdadera voz del protagonista, José Luis, que funciona de manera más emotiva.

J. L. D. Que soy interesante tan solo un rato lo sé mejor que nadie porque vivo conmigo mismo.

Hay un narrador cerebro, que es la voz española, y un narrador miocardio, que es la argentina. Pero son el mismo tipo. La adaptación no fue fácil, es un libro con una importante parte gráfica, incluso al final juego con el espacio en blanco, y eso no puede contarse con sonido. Pero dimos con un hallazgo fantástico al terminar superponiendo las dos voces del narrador.

P. Es extraño encontrar algo así en una exposición...

A. C. Esta tarde estrenamos los dos primeros capítulos en la Luis Seoane, y luego iremos sacando uno nuevo cada semana. Son ocho en total, de entre 20 y 30 minutos. Y ya veremos dónde conseguimos colocarlo después.

«"Selected Milk" ha pasado por todos lados, incluso quieren proyectarla en la Antártida»

Una de las piezas audiovisuales que se muestran en la Luis Seoane es Selected Milk, corto experimental basado en el libro Leche Seleccionada de Ducid que atesora un sinfín de reconocimientos internacionales.

P. Probablemente sea el corto gallego más premiado.

A. C. Es posible. Ahí empezó todo. Yo me había comprado el libro en una librería de viejo, y a José Luis ni lo conocía. Pero tiempo después apareció por mi estudio con la intención de grabar ese mismo libro en inglés. Yo, sin decirle nada, me puse a componer músicas sobre los textos grabados. Lo hice por puro vicio.

J. L. D. ¡Claro, esa es la magia del asunto! No nació por voluntad, sino por casualidad. Porque por otro lado yo vi una fotografía de María Meseguer y, de alguna manera, la identifiqué plenamente con el libro. Ojo, un libro que había escrito de chaval, publicado en 1996, y veinte años más tarde veo esa fotografía. Así que hago un montaje con algunas de sus imágenes y mis textos, se los llevo a Alfonso, ¡y resulta que él ya tenía la música! Lo mandó a unos 80 festivales de todos los continentes. ¡Todos! Porque incluso me han llamado para proyectarlo en la Antártida. Y se ha llevado una veintena de premios. Pero bueno, al final lo que tenemos es una sucesión de extraños objetos fusiformes que no sirven ni de pisapapeles porque son livianos.

P. ¿Por qué una pieza tan inusual ha gustado tanto?

J. L. D. Todavía no logro entenderlo del todo. Una crítica dijo que dejaba al espectador construir la película. Como si fuera un cocido gallego, el gran ejemplo de deconstrucción gastronómica. Tienes todo en la fuente, y tú en el paladar construyes el plato. Es un cocido literario-audiovisual.