Javi y André están detrás de este espacio en la calle San Andrés abierto a todo el mundo que busque «un lugar diferente»
15 abr 2023 . Actualizado a las 10:27 h.Un sofá naranja que parece una colchoneta es uno de los grandes atractivos de Roto. Desde el escaparate del número 28 de la calle San Andrés, la gente se queda mirando para el sofá y para este hair studio creado por Javi y André. Es una peluquería, pero va más allá: los dos son especialistas en corte, tanto para hombres como para mujeres, y su espacio es también un lugar en el que encontrar obras de artistas locales.
Ahora, en las paredes de Roto se pueden ver algunos de los cuadros de Ricky Veiga, con sus características botas cowboy, pero la idea de Javi y André es que en Roto encuentren un lugar los artistas más pequeños que buscan dónde enseñar su trabajo. «Tenemos amigos que se dedican al tema artístico y si podemos darles un cachito de pared estaremos encantados. No queremos quedarnos solo en la superficie de la peluquería», explican. No es casualidad que en su local estuviera ubicada antes la asociación de artistas plásticos.
Filosofía «slow»
Su filosofía es slow: «Aquí damos un servicio más tranqui, más calmado. Vienes y te asesoramos. Nos gusta dedicarle tiempo a cada cliente». Dicen que dos de las claves para conseguir un buen corte de pelo es «la limpieza y estudiar mucho». De hecho, Javi es profesor de corte por la mañana y por la tarde trabaja en Roto. Los dos tienen experiencia en el sector y, después de trabajar para otros centros, en Roto plasmaron todo lo que para ellos representa «un lugar al que te apetece ir a cortarte el pelo, que no sea algo rápido. Para nosotros es importante dedicarle tiempo a cada persona, aunque al final del día hagamos menos cortes».
En Instagram cuelgan alguno de sus trabajos más atrevidos, como los colores o las cabezas con dibujos. Tienen clientela que viene desde Pontevedra a cortarse el pelo con ellos. Su misión es atender al público más inconformista y «a cualquier persona que quiera un buen corte de pelo». Su idea es organizar sesiones de música y vermú «cuando mejore el tiempo» y convertir Roto en un punto de encuentro.