La «revolución» de la Grande Obra de Atocha cumple cien años

Andrés Rey / A. A. A CORUÑA

A CORUÑA

Desde la plaza de España, los alumnos del centro soltaron cien globos para conmemorar el proyecto educativo de Baltasar Pardal que ha llegado a nuestros días

30 ago 2023 . Actualizado a las 13:04 h.

Un 30 de agosto de 1923, don Baltasar Pardal inauguraba la Grande Obra de Atocha. Este miércoles, cien años después, alumnos, exalumnos, profesores y amigos se reunieron en la plaza de España para conmemorar y celebrar la gran contribución que el centro ha supuesto para la ciudad.

Desde las 11.00 horas se respiraba un ambiente de júbilo y comunión entre los árboles de la plaza, repleta de gente que bailaba al son de la música de Os Gaiteiriños. Empezaron hablando Antonio Rey, antiguo alumno, y Manuel López, profesor del centro. Recordaron que la Grande Obra de Atocha es fruto del sueño de Baltasar Pardal, quien emprendió el proyecto bajo cuatro máximas: «Gran escuela, gran comedor, gran taller y gran iglesia». Ahora, gracias al esfuerzo y participación de muchos, el centro educativo puede seguir creciendo.

Agradecieron la presencia de las autoridades, entre ellas el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto; la alcaldesa, Inés Rey y el director xeral de Educación, Jesús Álvarez Bértolo.

Tras la intervención de la directora general de las Hijas de la Natividad de María, María Jesús Besteiro Valín, quien calificó a Pardal como «soñador incansable» y afirmó que «la educación es el mayor bien que se le puede hacer al hombre», fue proyectado un vídeo conmemorativo. En él, el propio Pardal contaba la historia del centro, una «revolución» que se expandió a Pontedeume, Betanzos, Arzúa, e incluso a Caracas, Caucagua o Elegido.

Álvarez Bértolo echó la vista atrás: «Nestes cen anos foron moitos os cambios que viviron a cidade da Coruña e a comunidade de Galicia, pero a educación mantense como a mellor ferramenta para garantir o progreso e a igualdade. A ensinanza está fortemente unida á sociedade», afirmó.

La alcaldesa empezó dando la enhorabuena a los alumnos, profesores y «todos os que forman parte desta gran comunidade». Según sus palabras, Baltasar Pardal fue «un coruñés pioneiro, que soubo pensar en grande e comprendeu que a educación é unha ferramenta para o cambio». Como cierre del acto, los estudiantes del centro depositaron un cesto de flores ante la escultura de Pardal y soltaron 100 globos para conmemorar su figura. Os Gaiteiriños volvieron a tocar y todos los presentes se dirigieron a la capilla, donde el Arzobispo de Santiago oficiaría una misa.