En apenas media hora, Lolo Andrade eliminó un nido de una residencia de ancianos de Coirós y una gigantesca bola en el alto de A Espenuca
10 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Las grandes e inquietantes bolas grises se siguen reproduciendo por toda la comarca. A primera hora de este sábado el especialista en la eliminación de velutinas, Lolo Andrade, recibió un doble aviso desde Coirós. Uno de ellos parecía especialmente sensible: las avispas asiáticas habían empezado a fabricar su vivienda en la pared de una residencia de la tercera edad, cerca de A Espenuca. Todos los usuarios se quedaron en el interior mientras Andrade daba cuenta con relativa facilidad del incipiente nido a base de disparos. «La suerte es que es pequeño, con unos pocos disparos cayeron todas las avispas», señalaba el miembro de Protección Civil del Ayuntamiento de Cambre, que se ha convertido en un referente contra esta plaga a nivel nacional.
De hecho, el viernes recibió una llamada del consejero de Medio Ambiente de la Comunidad Valenciana reclamando su presencia para impartir charlas en los ayuntamientos después de constatar que esta especie invasora acaba de entrar en la comunidad por el norte de Castellón. «Las velutinas llegaron al delta del Ebro en el 2021, curiosamente el primer nido que se descubrió estaba en la casa consistorial de Tortosa», recuerda Lolo Andrade mientras conduce rumbo al alto de A Espenuca. El Concello de Coirós le llamó hace unos minutos para informarle de, este sí, un enorme nido en un eucalipto junto a la vieja iglesia.
Arma su carabina con una munición que contiene un gel insecticida. Realiza alrededor de diez disparos y, pese a ser mediodía, apenas se ve movimiento en el gigantesco nido, que goza de unas espectaculares vistas en uno de los rincones incluidos en las guías turísticas de la comarca. Andrade calcula que en dos días el gel habrá hecho su efecto y morirán todos los individuos. «En cada disparo yo rompo larvas y pupas, y cuando las avispas aletean para reparar los daños están expandiendo el veneno y muere toda la población», explica. No obstante, aprovechando que la próxima semana tiene proyectada la retirada de otros once nidos en este municipio acudirá a este punto para revisar su evolución. «Si no se inactiva bien, de ahí pueden salir 500 nidos más, es un meteorito considerable», exclama.
En esta jornada le acompaña José Luis Collazo, un apicultor de Cabana de Bergantiños, propietario de 30 colmenas y quien ha solicitado los servicios de Lolo Andrade en varias ocasiones. «Na costa é tremendo o da velutina, eliminou esa cultura tradicional de colmeas e os que tiñan dúas ou tres xa non as teñen», señala Collazo, quien defiende sus abejas con un dispositivo de arpas eléctricas para evitar la entrada de asiáticas, más grandes que las autóctonas. «Nas flores de preto si que as poden matar, pero os ataques nas colmeas reducíronse un 80 %», señala. Ambos coinciden en que este verano se ha disparado el número de avispas velutinas por la suavidad del último invierno.