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Dos coruñeses recorrerán tres mil kilómetros por el desierto y sin GPS en un Seat Panda de 1986

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Miguez

Ángel Ramos y Alfonso Franqueiras participarán en una prueba en Marruecos y aprovecharán su viaje para ayudar a las víctimas del seísmo

28 sep 2023 . Actualizado a las 19:08 h.

Son amigos desde los 13 años y comparten, entre otras cosas, su afición por el mundo del motor. «Nos conocemos desde niños, estudiamos juntos también en la universidad y ahora vamos a cumplir nuestro sueño», relatan Ángel Ramos y Alfonso Franqueira, vecinos de A Coruña, que en marzo se embarcarán en la aventura de su vida. «Nos vamos al sur de Marruecos a participar en una carrera con nuestro Seat Panda de 1986».

El reto, denominado la Panda Raid, es de sobra conocido para los coruñeses, consiste en recorrer durante seis día el sur del país africano. En total, deberán recorrer 3.000 kilómetros por el desierto marroquí para completar la prueba. «Como a los dos nos gustan mucho los coches, la Fórmula 1 y todo ese mundo, desde niños fuimos a ralis y siempre nos gustaron los coches clásicos. Crecimos viendo las carreras del Dakar por lo que no pasaremos por alto la oportunidad de sentirnos como Loeb o Peterhansel cruzando el desierto mientas un helicóptero nos sigue la pista. Esta competición une ambas cosas, el motor y la afición por los clásicos, ya que solo pueden participar los míticos Seat Marbella y Fiat Panda, 4x2 y 4x4, fabricados antes del año 2003», dicen.

Así, la idea de acudir a la carrera llevaba años rondando por sus cabezas. «Ahora se alinearon los astros porque justo el año pasado compramos el Seat, vimos un anuncio de un particular que lo tenía en su casa de Narón y lo adquirimos. Además, ahora que los dos trabajamos podemos ir a la prueba, que es muy conocida en el mundo de los autos antiguos. La inscripción son algo más de 2.000 euros e incluye los ferris», relatan los chicos de 32 años. «Nuestro Seat nos lleva cinco», bromean.

Para poder afrontar la prueba, los chicos trabajan para acondicionar el vehículo. «No es un coche pensado para un rali, pero tiene buena base. Lo hemos modificado sin tener experiencia ni saber de mecánica, pero con muchas ganas. Nuestra idea es conocer así todo del coche para que lo que nos pueda ocurrir en la prueba ya nos haya pasado aquí antes y saber qué hacer», expresan. Para adecuar el vehículo, los coruñeses han echado mano de otros aficionados. «Nos ha ayudado mucho la comunidad de fans de estos vehículos, que siempre están dispuestos», añaden.

Para llegar a Marruecos, tendrán que viajar hasta Algeciras, en donde cogerán un ferri para llegar al puerto de Nador. «No sabemos aún cómo iremos porque queremos evitar el ir conduciendo para ya llegar muertos a la prueba. Queremos contactar con otros participantes de la carrera que vayan desde Galicia para entre todos alquilar una plataforma y transportar los coches». De momento, tienen varios meses para cerrar la logística hasta embarcarse en la aventura. «La prueba se celebrará del 2 al 8 de marzo. Se divide en siete etapas, son unos 200 kilómetros cada una más o menos. Se realiza sin GPS. Te guías por un road book, una especie de libro que por ejemplo te señala que cuando veas un árbol debes girar a la derecha. Por eso es muy importante tener una buena complicidad con tu compañero, ya que son muchas horas en el coche y en una aventura», comentan.

Solidaridad con los afectados por el terremoto en Marruecos

En su caso, como se conocen desde niños, dicen estar curados de espanto el uno del otro. Además de la propia dureza de la carrera, se le suman las condiciones meteorológicas. «Por el día hará mucho calor y, por la noche mucho frío. Se duerme en el suelo, en tiendas de campaña. Nos tendremos que llevar medio armario, pero el maletero irá dividido en dos, en una parte llevaremos recambios para el coche, como neumáticos, por lo que pueda pasar, y en la otra material para donar». Porque los chicos aprovecharán que la ruta transcurre por territorios afectados por el terremoto que sacudió al país marroquí el pasado día 8 para ayudar a los afectados. «Los dos somos diseñadores en el sector textil e intentaremos llevar prendas de ropa, que creemos son muy necesarias por las condiciones climatológicas», apuntan.

Su objetivo en la Panda Raid es, además de vivir la aventura, lograr acabar la carrera. «Vamos a vivir la experiencia, pero queremos acabar la prueba y ser capaces de llegar a la última etapa sin grandes percances, ya que al llevar un vehículo de tracción delantera es probable que pasemos mucho tiempo desatascando el coche y ayudando a otros compañeros a lo mismo por las dunas del desierto». Por si la aventura fuera pequeña, será la primera vez que los chicos pisen Marruecos. «Será nuestro primer viaje allí y será con el coche pisando arena». Por ello, tratarán de transmitir la odisea en su canal de Instagram. «Compartiremos lo que podamos, ya que no sabemos cómo será la cobertura».