De Ucrania a la Esperanza: «Destruyeron nuestra vida y empezamos otra en A Coruña»
A CORUÑA
Hace año y medio huyeron de su ciudad, Jersón, en coche y en julio abrieron su bar en la calle San Diego 4. En el negocio ofrecen comida típica ucraniana, pero también platos locales
28 oct 2023 . Actualizado a las 20:46 h.Oksana Ponomarova y su hija Bohdana tuvieron que huir de su ciudad hace año y medio debido al inicio de la guerra de Rusia y Ucrania. «En Jersón hay bombardeos a diario», dice Bohdana, que hace de traductora para su madre, que aunque entiende bien el español, todavía tiene dificultades para hablarlo.
Para ellas no es que su vida haya cambiado, sino que han tenido que volver a hacer una. «Nos destruyeron la que teníamos en nuestro país y hemos tenido que empezar una nueva». En el camino, han tenido que adaptarse a sus nuevas circunstancias, lo que para Oksana ha supuesto un cambio profesional. «Era organizadora de eventos, por lo que realicé muchos festivales artísticos. En A Coruña empecé trabajando en un restaurante de Matogrande y en julio abrí mi propio local, el bar Esperanza». En el negocio, situado en la calle San Diego 4, ofrece comida típica ucraniana, pero también platos de gastronomía local.
Degustaciones y eventos
La idea de abrir su propio bar fue «una casualidad». «Estaba trabajando en otro restaurante y organizando, junto a Asdegal, un festival que hicimos con niños de Ucrania. Tras acabar el certamen me enteré de que este local se alquilaba y decidí cogerlo». Ahora, está muy contenta con la acogida que está teniendo el bar, que cuenta con un área de juego para niños. «Abrimos de 8.30 a 23.00 horas todos los días, no cerramos ninguno. En el local trabaja también Irina. La conocemos de toda la vida de Jersón. Nosotras llegamos antes que ella a A Coruña y luego vino ella con sus dos hijos», dice Bohdana, que ayuda en el local cuando no tiene clase. «Estudio una FP de Actividades Comerciales», apunta.
Las ucranianas ya han afianzado clientela en estos cuatro meses. «Hay gente que viene todos los días a tomar el café. Tenemos desayunos y para comer ofrecemos menú del día. Además, para probar la comida ucraniana organizamos degustaciones. Igualmente, hacemos eventos y todos los sábados, previa reserva ,desayunos infantiles con animación».
Entre los platos de su gastronomía, Oksana destaca el borsch «es una sopa roja, con carne, repollo, patata y remolacha». Ese plato es, junto a la varenyki (masa de patata rellena con salsa de cebolla y panceta, patata y champiñones o carne), el más solicitado. «También ofrecemos comida para llevar. Hace poco una señora nos encargó un montón para una fiesta familiar. Nos trajo sus propias ollas para poder llevársela», comenta Oksana, mientras enseña las fotos de los manjares que le encargaron. «En la carta tenemos además de esos dos platos, golubci, que son hojas de repollo con carne y arroz; pelmeni, masa rellena de carne; y creps con requesón. La primera vez que los hice tenía solo 5 años», dice la encargada del bar Esperanza, que también señala que no faltan dulces típicos de su país, como el napoleón.
Para la apertura del bar, Oksana contó con ayuda «A través de Aga-Ucraína y Asdegal, que colaboran mucho con Ucrania, conocimos a gente del sector hostelero que nos orientó», señala Bohdana. Sobre su futuro, Oksana dice que le gustaría volver a Ucrania, «pero por ahora es imposible». «Mis padres siguen en Jersón y mis dos hermanos están en el ejercito. Hay bombardeos todos los días», lamenta Oksana. Para bautizar su local no tuvo dudas y usó la palabra que tiene siempre en mente para sobrellevar la dura situación de su país: Esperanza.