Antonia Varela, directora de la Fundación Starlight: «La demanda de los destinos para ver estrellas creció un 400 % en cinco años»

D. Vázquez ABEGONDO / LA VOZ

A CORUÑA

M.C.T.M.

Visitó la Reserva de Biosfera de As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, certificada este año como observatorio del firmamento

26 nov 2023 . Actualizado a las 12:29 h.

Antonia Varela Pérez (Santa Cruz de Tenerife, 1965), directora de la Fundación Starlight, doctora en astrofísica e investigadora del Instituto Astrofísico de Canarias, visitó esta semana la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas, certificada como destino Starlight, para participar en un curso de monitores especializados en la observación del firmamento. Su vida lleva ligada a las estrellas desde que con 14 años cayó en sus manos El universo de Isaac Asimov.

—La fundación ejercer como certificadora.

—Somos la entidad que otorga la certificación Starlight, que nace de la mano de la Unesco, la Organización Mundial de Turismo y la Unión Astronómica Internacional, entre otras entidades. Es una acción que está promovida por el Instituto Astrofísico de Canarias, cuyo objetivo es velar por la preservación del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas, que se recogen el la Declaración Starlight, redactada en el 2017. El objetivo es concienciar a la sociedad de la importancia de cuidar el cielo, no solo para la ciencia, sino también para el medio ambiente, porque la sobreiluminación contribuye a la emisión de gases efecto invernadero, y por la biodiversidad, ya que el 60 % de especies son nocturnas, dependientes del ciclo de día y noche, también la especie humana.

—Promueven el astroturismo.

—Otro de los principios que se recogen en esta declaración es que precisamente el cielo en los entornos rurales, a veces más empobrecidos económicamente y en riesgo dramático de despoblación, muchas veces es el que tiene mejor calidad, a veces por la falta de población. Antes se decía que era un defecto de alumbrado, pero sabemos que no hay que iluminar más, si no cuándo y cómo. Incluso el exceso redunda en inseguridad y no beneficia en nada. Estos territorios rurales pueden encontrar en el cielo un potente motor de desarrollo sostenible local a través del turismo de estrellas.

—¿Hay algún estudio que detalle el retorno económico?

—En los últimos cinco años que llevo de directora, el crecimiento de la demanda ha sido del 400 % y el internacional, del 300 %. En cuanto al retorno económico, puedo dar cifras de territorios que ya han hecho estudios como el Montsec de Cataluña, que puede tener de 3 millones en comarcas de 700-800 habitantes. En el caso de la Palma hay 70 empresas destinadas al astroturismo, Tenerife tiene 15 y crece a nivel internacional. Nosotros tenemos ya una red de 200 espacios certificados, desde alojamientos, casas rurales, campamentos, albergas, monasterios y, ahora, hemos creado un convenio con paradores nacionales.

—En Galicia certificaron diez.

—Como espacios tenemos seis (Trevinca, Illas Atlánticas, Muras, Costa da Morte, Lalín y, este año, la Reserva de As Mariñas Coruñesas), además de alojamientos. En Galicia empieza a haber movimiento. Además, tenemos el apoyo de las tres universidades, que han estado muy vinculas a la astronomía y a la observación del cielo. Aquí hay grandes expertos en este campo. En Galicia hay una riquísima arqueológica en cuanto a dólmenes o restos petroglifos, y todo esto es patrimonio cultural asociado al cielo oscuro. También, hay numerosos recursos de biodiversidad y también respecto a la navegación, que son interesantes porque lo que hacemos es ligar esos elementos que tiene el territorio con el cielo.

—¿Entonces le ve potencial?

—Al principio se podría pensar que la climatología sería un factor en contra, pero hay que pensar en las noches de buen tiempo, que pueden ser más de la mitad y, cuando no es así, se pueden realizar planes B o de interiores, tipo planetario o talleres de astronomía.

—¿Cree que es una moda?

—Creo que hay interés real por lo que ofrecemos. Un 85 % de la población mundial vive en cielos contaminados, no los pueden ver como en sitios oscurecidos como es el caso de Galicia. Sin embargo, un 90 % está interesada por la astronomía, pero es cierto que hay un gran desconocimiento respecto a la contaminación lumínica. Viéndolo en positivo, lo que hay es mucha curiosidad.