Encina González, optometrista de Arteixo: «Los niños no saben que ven mal»

A. G.

A CORUÑA

Encina González, optometrista.
Encina González, optometrista. MARCOS MÍGUEZ

El abuso de las pantallas provoca que los pequeños presenten cada vez más cuadros de miopía

10 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Se cree que el 80 % de la información que recibe una persona entra por los ojos. Por eso, debemos cuidar nuestra vista con conciencia, aunque nuestros hábitos, sin saberlo, pueden ser un inconveniente. «Una de las tendencias que observamos en este momento es el aumento de la miopía en los niños», revela la optometrista María Encina González, dueña de Óptica Arteixo, quien advierte: «Se prevé que de aquí al 2050 tengamos una prevalencia de prácticamente el 50 % de niños con miopía fuerte». Este hecho les preocupa porque el avance de la afección puede provocar enfermedades en la edad adulta, como glaucoma, cataratas o desprendimiento de retina, entre otras posibilidades.

«Notamos mucho el uso digital», detalla. De ahí puede venir gran parte del problema porque «uno de los factoras más importantes para que suba la miopía es el uso de pantallas», relacionado con el poco tiempo que se pasa al aire libre, aunque también hay un componente genético.

Higiene visual

¿Se puede hacer algo para evitar el aumento de la miopía? La experta asegura que sí, empezando por la higiene visual, esto es «tener mucha luz, una buena alimentación con frutas y verduras y salir más a la calle». En cuanto al producto, González recomienda el cristal de control de miopía, orientado a la ralentización del aumento, así como el uso de las Orto-k, las lentes de contacto nocturnas que también contribuyen a frenar la subida de la miopía. Sin olvidarse, por supuesto, de hacer las revisiones correspondientes. «Uno de los problemas que tenemos es que los niños no se quejan, no saben que ven mal y que se puede ver mejor. Más de un 30 % de los niños no son sometidos a revisiones con el oculista o el optometrista», advierte la especialista, que recuerda que el desarrollo total de la visión es a los cuatro o cinco años y entonces hay que hacer exploraciones a esa edad.

Los jóvenes, lentillas

Cuando la miopía ya está diagnosticada, llega la hora de escoger entre lentes de contacto o gafas. Aunque mucha gente alterna las dos opciones, hay personas para todos los gustos. «Depende un poco de la edad y del sexo», sostiene María Encina, que aclara que los usuarios que tienen menos de 50 o 55 años piden lentillas con frecuencia. «Por encima de esa edad hay menos casos», matiza, y aclara que ya en la franja de los 40 y 45 años son las mujeres «las que más demandan lentes de contacto».

En su establecimiento de la calle Ángel del Castillo López, la experta ofrece todo tipo de productos e insiste en promocionar siempre la «calidad». Abrió su óptica en el 2014 como franquicia de General Óptica y desde hace un año decidió empezar una aventura en solitario. «Tiene su parte de dificultad, porque hay mucha competencia en el sector, pero vamos bien. No notamos mucho el cambio, que es lo importante, ya que eso quiere decir que a lo largo de todos estos años hemos conseguido fidelizar a la clientela por el trato y el servicio, que son dos aspectos fundamentales en este sector», asegura, agradecida, María Encina González.

No es fácil diferenciarse en el sector de las optometría, pero la gerente de Óptica Arteixo, María Encina González, defiende su particularidad de tratamientos, como la terapia visual para el cuidado de la visión binocular, esto es considerar que los dos ojos son un conjunto «y tienen que llevarse bien». Para valorar las habilidades visuales usan un programa informático específico llamado Wivi Visión, que supone una auténtica revolución en la detección y entrenamiento de las disfunciones visuales. Es un producto inmersivo basado en la visualización y en la interacción en un entorno 3D, que brinda ayuda clínica al especialista.