Francisco Gómez Seijo, Gandy: «Nos retiramos, pero si asciende el Dépor sacamos el camión de nuevo»
A CORUÑA
La Banda del Camión se despide de los escenarios este sábado con un concierto
11 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Si es un adiós o un hasta luego, solo el tiempo lo dirá. Pero lo que es seguro en estos momentos es que La Banda del Camión se despide este sábado de los escenarios con un concierto en el Garufa Club. El último de 25 años de rock and roll con acento coruñés. Al frente del grupo que puso banda sonora a las grandes gestas del Dépor cuando las había, estuvo y todavía está Francisco Gómez Seijo (A Coruña, 1960), que dicho así, igual no aporta mucho. Pero si hablamos de Gandy, la cosa cambia, porque si hubiera que ponerle rostro al rock en A Coruña, este sería sin duda el suyo, con sus rizos y su Fender Telecaster azul y blanca. Cuesta creer que esta icónica guitarra —si pudiese hablar, ¡lo que contaría!— pase a criar polvo. Pero todavía queda la fiesta del sábado, porque es más que un concierto. Eso sí, si no tienen ya la entrada, tendrán que resignarse a que se lo cuenten, porque llevan días agotadas.
—¿En serio que no volveremos a ver a La Banda del Camión?
—Nunca se sabe, porque somos una gran familia. Somos amigos desde hace mucho tiempo, llevamos 25 años juntos. Pero el camión necesita una reparación. O muchas reparaciones. Con el tiempo han surgido cada vez más compromisos personales y profesionales, algunos músicos han sido destinados fuera de la ciudad. Y poniendo parches, como siempre hemos hecho, pues podríamos seguir, pero hemos creído que el proyecto necesitaba parar. Y yo también lo necesito.
—¡Pero si se le ve bárbaro!
—Estoy muy cansado. Sigo haciendo cosas de chaval, y ya tengo 63 años. Tardo en recuperarme un montón después de cada concierto. Pero cada uno seguirá con sus proyectos personales. No creo que se queden todos en casa. Yo tengo mis exigencias personales y laborales que me obligan a reponer fuerzas. Me cuesta tirar del camión ahora mismo.
—¿Ni siquiera sacarán el camión si asciende el Dépor?
—¡Bueno, si asciende lo sacamos seguro! Como esté, aunque esté a medio arreglar. Pero bueno, tendrían que invitarnos a alguna fiesta, que tampoco vamos a tocar en el portal de casa. Después de tantos años tocamos ya sin ensayar. Y funciona. Hemos tocado en todas las condiciones posibles, y no siempre las mejores.
—Por la banda han pasado infinidad de músicos.
—En total 28. Y muchos estarán en el escenario el sábado. Otros no pueden o simplemente vendrán pero no tocarán porque no les ha dado tiempo a pasar por el local de ensayo. Pero se unirán a la fiesta.
—Más que un grupo siempre parecieron una reunión de amigos.
—Esa es nuestra intención, pasarlo bien. Formar una comuna, éramos todos amigos y lo seguimos siendo. Pero todo surgió por Manolo Areán, que espero que pueda venir a abrir o cerrar el concierto. En un camión de Almacenes Monte Alto, puso una sábana en la que había pintado con betún «Queremos más rock». Cogió un equipo de sonido y nos subió, creo que en unos carnavales, a tocar por toda la ciudad. En la siguiente gesta del Dépor repetimos y entonces empezaron a llamarnos para tocar.
—Para el concierto de este sábado han preparado una fiesta que va más allá de lo musical, como ya hicieron con la grabación de su disco Callos, ron y rock&roll.
—Farinarium y pastelería Naya nos invitan a sus dulces navideños, que traen tantos que no podemos ni terminarlos. Y Gadis nos pone una cesta más grande todavía que la de los últimos años. Vaya, que el concierto es a las diez, pero mejor estar una hora antes para disfrutar de la fiesta.
—Si se baja de los escenarios, ¿se centrará ahora en su labor de promotor de conciertos?
—Es lo que llevo haciendo desde hace años. Pero lo que más me gustaría hacer es recuperar aquel circuito de invierno por salas de los grupos locales. Contar con cierto apoyo institucional para potenciar las bandas de aquí en las salas de aquí. Esa es la ilusión de mi vida, lo que siempre me ha gustado y por lo que siempre he apostado. Más que traerme a un gran artista internacional, que ya lo hice. Organicé conciertos de Whitesnake, de Miguel Bosé, monté el Noroeste Pop Rock varios años... Pero prefiero quedarme con esto de trabajar con los grupos de aquí. No ganarás tanto dinero, pero estás en casa y haciendo algo en lo que crees. Ahí me quedaría hasta que no me aguantasen las piernas.
«El único mérito que me reconozco es que siempre se me ha dado bien juntar amigos»
Para despedirse, La Banda del Camión no pudo escoger mejor lugar, el Garufa Club, donde, curiosamente, no habían tocado todavía: «Cerramos la fecha hace un año o así. Claro que en aquel momento no sabíamos que sería el último concierto», explica Gandy.
—Han agotado entradas. Hay mucha gente que reclama una segunda despedida.
—Muchos nos han dicho que le coincide con la cena de empresa y cosas así. Hasta el mánager de Tanxugueiras me dijo que teníamos que hacer otro concierto, porque coincide con el suyo y no va a poder venir, claro. Pero es que estas fechas son así, hay mil compromisos. Y, aún así, hemos agotado entradas, sí. Yo no sé si vienen a vernos a nosotros o vienen a verse entre ellos. Es algo social, y nos encanta. Una reunión de amigos que nos vemos al menos por Navidad.
—Pero ojo, que más allá de la fiesta son ustedes unos profesionales.
—Es que la banda siempre ha tenido unos músicos fenomenales. Menos yo, que soy un tonadillero que da el pego sin más, el resto son unos musicazos.
—Algún mérito tendrá.
—Bueno, si he de reconocerme algún mérito me apunto que siempre se me ha dado bien juntar amigos y organizar movidas.
—Por mucho que lo intento, no le veo cerrando la funda de su guitarra eléctrica.
—La cabeza me da muchas vueltas, siempre puede surgir algún concierto acústico, sentado... Pero nada del tamaño de La Banda del Camión. Y sí, miro la Telecaster, pienso que voy a cerrar la funda y que se va a quedar ahí y se me pone mal cuerpo, pero seguro que haremos alguna fiesta en el local de ensayo, que es grande y no lo vamos a dejar.