Diez años vigilantes, los controles sobre el dragado de la ría de O Burgo se prolongan hasta el 2034

A CORUÑA

burgo.Verde sobre la zona confinada: de los 583.447 metros cúbicos dragados, 174.284 corresponden a sedimentos altamente contaminados. Después de separarlos del agua con la que estaban mezclados, se han aislado en un punto de confinamiento en Culleredo, donde se prepara un espacio verde
Verde sobre la zona confinada: de los 583.447 metros cúbicos dragados, 174.284 corresponden a sedimentos altamente contaminados. Después de separarlos del agua con la que estaban mezclados, se han aislado en un punto de confinamiento en Culleredo, donde se prepara un espacio verde ANGEL MANSO

El análisis de los sedimentos se garantiza durante el próximo decenio

05 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hay lecciones que nunca se deben olvidar: trabajar para reducir la afección ambiental es estar con trabajadores y vecinos», destacó estos días en su cuenta de X, el antiguo Twitter, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. La política se refería a los trabajos que su departamento ejecuta en A Coruña.

El proceso del dragado ambiental de la ría de O Burgo comenzó oficialmente en diciembre del 2021 y su fecha de finalización está cada vez más próxima. Sin un día fijado aún en el calendario, para abril tendrá que estar todo listo para que los mariscadores bajen al lecho marino y procedan a la siembra de las 14.000 especies de bivalvos que guardan en viveros, unas crías procedentes de ejemplares del propio estuario recogidos antes de los trabajos que ejecuta Costas.

Con la intervención realizada en cerca de un 95 %, y que ahora se centra en el dragado de la arena para los bancos marisqueros y la restitución del prisma mareal, separado y confinado ya el lodo contaminado, el fin de la actuación no significará que acaben los controles para velar por el estado de la ría.

«En el dragado ambiental de los sedimentos de la ría de O Burgo se han realizado campañas preoperacionales (antes del inicio de los trabajos), operacionales (durante las obras) y se realizarán las post-operacionales, una vez finalizadas las mismas», apuntan desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Estos pasos están delimitados en el Plan de Vigilancia Ambiental incluido en la Declaración de Impacto Ambiental publicada en el 2017. Su objeto es verificar las medidas ambientales definidas en dicho estudio.

Los puntos bajo análisis

En la fase actual, se va realizar un estudio pormenorizado durante los tres primeros años. «En este período se procederá a un control de los hábitats prioritarios, la evolución de la zostera, la microfauna bentónica, la avifauna, la pesca artesanal, las especies invasoras (desde los plumeros de la Pampa a la uña de gato), la evolución de la playa de Santa Cristina, las aguas y los sedimentos», detallan. Sobre el sustrato los controles se prolongarán durante un período de 10 años.

El experto en edafología y química agrícola de la Universidade de Santiago (USC) Xosé Lois Otero fue el coordinador de los análisis realizamos en el sedimento en la campaña preopearcional. Es positivo en cuanto a los efectos de actuaciones como la que está en marcha. «Haberá unha redistribución dos sedimentos que é impredicible, as rías son sistemas dinámicos, pero a resposta vai ser boa. Temos outros casos de rexeracións en Galicia en bancos marisqueiros contaminados, como na Pobra do Caramiñal, que están a responder moi ben», apunta Otero.

Punto de confinamiento

En la ría ya no existe la contaminación pretérita de las fábricas ya cerradas y los residuos fecales, que ahora se canalizan por bombas a la depuradora de Bens. Sin embargo, además de posibles vertidos puntuales, hay otro aspecto que inquieta a muchos vecinos. Tiene que ver con el lugar elegido para confinar los 174.284 metros cúbicos de lodos altamente contaminados, con metales como cinq, cobre, mercurio o plomo. Está en Culleredo, en la desembocadura del río Trabe. Bajo el espacio donde se afanan los operarios para la creación de una superficie verde y de paseo, están aislados estos sedimentos que fueron previamente separados del agua por unos geotubos, con el objetivo de reducir su volumen. Están sellados con hormigón a la altura de Fonteculler.

Sobre esta decisión, que Costas remarca que es totalmente segura, Xosé Lois Otero apunta: «Foi a solución máis económica, transportar todo ese volumen de sedimentos por terra sería moi custoso. Unha parte complexa xa foi separalos da auga. Non podes facelos desaparecer. Van levar un control e creo que foi o acertado». Una de las decisions que determinó el estudio que coordinó fue la de dividir la ría en zonas según su grado de afectación. La parte escogida para el punto de confinamiento era la más afectada, en las inmediaciones de la antigua Cross.