El líder del STL manda recrudecer la huelga de la basura en A Coruña: «Leña al mono que es de goma»

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Dos personas observan basura acumulada en la avenida de Oza
Dos personas observan basura acumulada en la avenida de Oza Marcos Miguez

El conflicto abre un cisma sin precedentes en la plantilla: operarios desoyen las consignas y, «por primera vez en años», se enfrentan públicamente al cabecilla. Pincha aquí para escuchar el audio de las amenazas de Miguel Sánchez

10 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En ocho días Miguel Ángel Sánchez Fuentes ha encajado más críticas de los suyos que en los 16 años que lleva dirigiendo el Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL). La huelga encubierta en el servicio de recogida de basura de A Coruña, que puso en marcha solo 42 días después del último conflicto —y para la que no hay solución a corto plazo, con el carnaval ya desatado en la calle—, ha descerrajado un cisma sin precedentes en la plantilla de la concesionaria.

El domingo saltaron las alarmas. En una reunión convocada por el sindicato para trasladar la estrategia de presión, varias personas rompieron la ley del silencio que impuso el cabecilla a fuerza de intimidación y represalias, según pudo acreditar la policía, y lo desautorizaron en público. «Fue la primera vez en años que alguien protestó en una asamblea estando él delante», desvela un conductor sobre un malestar larvado durante años y recrudecido a raíz de la operación policial de febrero del 2023, que desarticuló la trama corrupta y puso al descubierto los negocios de Sánchez. «La unión es falsa. Los trabajadores estamos hartos de todo esto. Conflictos y conflictos sin mejorar las condiciones absolutamente nada, todo por los intereses de este personaje totalmente desbocado que se cree impune ante todo y ante todos», añade el hombre.

Esta semana los disidentes mitigaron las consecuencias de un plan para llenar la ciudad de basura que, sin su rechazo encubierto, podría haber alcanzado proporciones críticas. En la última asamblea, que reunió a todos los turnos el jueves por la noche, Miguel Sánchez instigó al personal a recrudecer el conflicto, con descalificaciones gruesas contra la alcaldesa, Inés Rey. «Leña al mono que es de goma», exhortó a peones y conductores en alusión al gobierno local. Y siguiendo con el método empleado en los últimos ocho días —y amparado puntualmente por una interpretación estricta de determinadas normas— dio instrucciones para ralentizar la recogida y que los residuos se sigan acumulando.

«Prohibió dar marcha atrás en las travesías. Así los camiones no pueden entrar, se quedan en la calle principal, y tienen que ser los peones los que van a recoger los contenedores, los vacían y los vuelven a llevar. También dijo que no podíamos circular a partir de las once por las calles peatonales, porque la normativa municipal lo impide. Todo esto para que lleve mucho más tiempo y queden los recorridos sin terminar», explican desde la plantilla. 

Los disidentes recogen

En la práctica, sin embargo, un grupo importante de trabajadores decidió desoír las consignas del cabecilla. «Ayer hablé con otros conductores y me dijeron que hacían marchas atrás igual y que no estaban haciendo caso a lo que mandaban desde el STL. Son ellos los que tendrían que negarse a las órdenes de la empresa, pero están todos con horas sindicales durmiendo en casa… Los que arriesgamos somos los trabajadores», se quejó un conductor de la táctica de Sánchez, que por un lado les pide que lleven adelante acciones que pueden acarrear sanciones o despidos —la empresa lo advirtió con un comunicado interno— y por otro les anuncia que, en tal caso, ganarían los recursos en los tribunales.

Sánchez ha armado el conflicto, según los críticos, con el único fin de forzar a Prezero a entregarle el control de los contratos temporales —más de 30 este mes— con los que según los investigadores se habría lucrado en los últimos años a través del cobro de mordidas mensuales de 70 euros a personas en paro.

Miguel Sánchez, en asamblea: «Ya les dolerá, sí, sí, al Ayuntamiento y a la alcaldesa»

Miguel Sánchez anunció en la primera asamblea que había que aprovechar las elecciones y, tras afirmar que «a la alcaldesa le tiene que llegar la mierda al tercer piso», el jueves siguió el mismo camino y amenazó a Inés Rey y al gobierno local en un sermón en el que acabó metiendo a las familias y a este periódico. «Ya les dolerá, a unos y a otros, sí, sí, al ayuntamiento y al gobierno local, y a la alcaldesa también, y a su marido (...). Venga, para La Voz de Galicia», lanzó el inspector sindicalista que días atras, en una de sus insistentes llamadas a la unidad, aludió a su situación como investigado: «Yo tenía que estar en la cárcel, decían, pero estoy aquí. Y el sindicato tenía que estar cerrado y está abierto», celebró.

Desde el grupo municipal del PP se pronunció ayer Miguel Lorenzo, que trasladó su apoyo a la alcaldesa y a la vez la apremió a «que tome alguna decisión (...). Dice que va a exigir a la concesionaria que cumpla el contrato. Y yo pregunto: ¿qué contrato? ¿Cómo va a exigir que se cumpla si ha sido anulado por sentencia firme y no recurrieron?», objetó.