Así se transforman los restos de toldos en bolsos y neceseres sostenibles y con estilo

L. G.

A CORUÑA

La compañía Toldos Gómez ha sabido renovarse con el paso del tiempo siendo fiel a su principal línea de negocio

15 abr 2024 . Actualizado a las 10:52 h.

Si casi siempre es imposible revertir la primera impresión, es importante que lo que entra por los ojos sea atractivo para moldear la imagen que tenemos de una persona, una ciudad o, más concretamente, de una casa. En Toldos Gómez llevan años trabajando para que el exterior de las viviendas luzca de diez sin perder en ningún momento de vista el objetivo prioritario del cometido de la compañía, ser absolutamente útiles.

Esta entidad, que arrancó en 1936 como «guarnicionería», confeccionó sus primeros toldos en los años sesenta, y hasta hoy. Con el paso del tiempo la empresa ha sabido entender dónde está cada nicho de mercado y por qué, y de este modo, además de ofrecer toldos de la mejor calidad para la protección solar de los hogares, cuenta con otras líneas de trabajo igual de interesantes.

Abanico de alternativas

Explica Ana Mahía, directora de márketing y comercial de TGM, que esta compañía es perfecta para quienes necesiten textiles técnicos —que se confeccionan a medida con un proceso altamente automatizado—, carpas y estructuras, lonas para transporte e incluso impresión digital y rotulaciones.

Sin embargo, una de las apuestas más novedosas que ha tenido Toldos Gómez en los últimos años, y que la posiciona como marca ligada a los valores sostenibles, es la línea Moheva. Cuenta Mahía que la idea es sencilla, pero no por ello poco novedosa: Toldos Gómez aprovecha ahora los restos de los materiales que utiliza para fabricar los toldos y las lonas para convertir estas telas en bolsos, bolsas, carteras o neceseres perfectos para el día a día o para ir a la playa.

«Todas las colecciones están realizadas en nuestro taller de Arzúa y en su mayor parte están inspiradas en la cultura gallega y lugares de nuestra tierra. Los artículos de Moheva se pueden ver y vender en su propia tienda online, donde están disponibles las primeras colecciones», cuentan desde la compañía.

Confección a medida

Para poder llevar a cabo este tipo de propuestas es importante que la línea de negocio principal funcione al dedillo. Por eso, Mahía cuenta que en esta firma disponen de infinidad de modelos de toldos para las terrazas de viviendas particulares, que ahora que pasamos más tiempo en casa como consecuencia indirecta de la pandemia, es buena idea para los que tienen la suerte de disfrutar de una zona exterior. «Tenemos desde toldos de brazo articulado, que son los más corrientes, a los que se recogen con motor o manivela», dice Mahía, para añadir que también cuentan con opciones planas y verticales, que se parecen más a una pérgola. Además, le parece importante resaltar que en Toldos Gómez elaboran las piezas a medida. «Vamos a casa del cliente y tomamos las medidas, y le damos la opción de escoger entre una amplia variedad de tejidos y el lacado del aluminio, para que el impacto medioambiental sea menor».