Han pasado casi 22 años desde que el equipo coruñés ganó su último título oficial, la Supercopa, y desde que alguien advirtió de que los buenos tiempos no son eternos
11 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hay frases premonitorias, de esas que te dejan pensando y ya no se te van de la cabeza. Frases que con el tiempo van adquiriendo sentido; los hechos las suben de nivel y pasan a ser incontestables. Esta es una de ellas.
El 25 de agosto del 2002, el Deportivo ganó en Valencia la Supercopa de España. Había vencido en la ida, en Riazor (3-0), y volvió a hacerlo en la vuelta, en Mestalla (0-1). Al final de este segundo partido, los periodistas hablamos con Víctor Sánchez del Amo, que había marcado el gol de la victoria.
Llevado por el entusiasmo del momento, alguien le preguntó: «Bueno, ¿y qué vendrá ahora, otro título de Liga para el Dépor, otra Copa del Rey...?». El jugador respondió con diplomacia: «Hombre, creo que esta temporada ya hemos cumplido». Pero aquella respuesta no le parecía suficiente al redactor. «Con algo más se podrá soñar», planteó.
Víctor cambió el tono, mucho más serio: «Recordad bien esta fecha y este momento del Deportivo —dijo—, porque quién sabe cuántos años estaréis rememorando todo esto como algo excepcional. No sois conscientes de lo que se ha conseguido».
Aquel fue el último título oficial del Dépor. Han pasado casi 22 años. Y en efecto, lo recordamos y añoramos como algo excepcional. Aún vendrían buenos tiempos (pocos), con unas semifinales de Champions League... Pero no más títulos. Después, el declive de un gigante con pies de barro, los devaneos del equipo ascensor y la caverna de la Primera RFEF.
Que la lección de humildad de los años oscuros nos ilumine mañana y, sobre todo, nos sirva para cimentar lo que debe ser el Deportivo del futuro, un gran club capaz de cerrar algún día este bucle del tiempo. La ciudad de A Coruña, siempre blanquiazul, se lo merece.