El pasado mes fue uno de los más lluviosos de la serie histórica, que se remonta a 1961, y con fuertes contrastes respecto al 2023, especialmente seco
03 jun 2024 . Actualizado a las 15:56 h.Ha sido una sensación generalizada. Los días de lluvia parecía que nos situaban en otra estación distinta a aquella en la que estamos. Instalados en junio y a las puertas del verano, los datos permiten hacer balance. Y sí, el mes de mayo que acabamos de despedir ha sido uno de los más lluviosos de la serie histórica, que en la provincia se remonta a 1961. En total, estos 31 días cayeron un total de 190 litros por metro cuadrado, o 190 mililitros. Lo habitual para este mes en A Coruña provincia son 106, casi la mitad.
La percepción aún se justifica más si tenemos en cuenta la memoria más inmediata. Mayo del 2023 fue uno de los más secos, el segundo más árido en estaciones como la del Observatorio de A Coruña ciudad.
Sin embargo, aunque la humedad fue la protagonista y en algunas estaciones meteorológicas marcó el récord, como en Fene, el podio provincial lo sigue ostentando 1997, cuando el conjunto de las precipitaciones ascendieron a 222 litros por metro cuadrado.
Principales estaciones
Para poder hacer un balance histórico, comenta Francisco Infante, el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en A Coruña, hace falta contar con registros continuos sin lagunas durante al menos 30 años. En la provincia son tres las estaciones que nos permiten hacer este estudio. Una de ellas es la de la ciudad herculina, la más antigua ya que se instaló en el Observatorio en 1930, pero ya estuvo antes en otros dos emplazamientos.
Según los datos registrados, este mayo fue el tercero más húmedo en la capital provincial de la serie histórica. En la ciudad cayeron algo más de 161 litros por metro cuadrado, casi el doble de lo normal. Solamente llovió más en mayo de 1997, cuando precipitaron 173 litros, y en 1984, con 164. En contraste, el más seco fue mayo de 1976, con 9 litros. Lo sigue mayo del 2023, con 10 litros.
En Ferrol, los datos son los de la estación de Fene. Aquí la situación fue muy parecida. Este mes de mayo fue el más lluvioso desde 1961, con 234 litros, por delante del de 1984 (216 litros) y del de 1997 (203 litros). En 1976 en esta estación solo se recogió un litro por metro cuadrado.
En la estación de Lavacolla, en Santiago, las cifras reflejan los contrastes que puede haber dentro de una provincia. Aquí precipitaron 182 litros, lejos de la primera posición de la serie histórica. El más lluvioso fue mayo de 1973, con 318 litros. El mas seco, el de 1987, con 14. Lo habitual son 135 aquí.
En otras estaciones más recientes, como la de Rus (Carballo) precipitaron 221 litros; en Camariñas, 98; en Corrubedo (Ribeira), 158; en Noia, 199, y en Boiro, al sur de O Barbanza, 218.
«Mayo, en el conjunto de Galicia, está entre los seis meses menos lluviosos. Los seis más lluviosos son los del otoño e invierno, con abril. Es verdad que el de este 2024 ha sido uno de los más húmedos de la serie histórica», apunta Francisco Infante, que recuerda que noviembre es, en esta provincia, el mes que se lleva el oro, con una media de 203 litros por metro cuadrado.
Desde MeteoGalicia, Pablo González, del área de clima, explica: «Maio é un mes de contrastes, de moita variabilidade, sobre todo, entre un punto e outro. Comezan a formarse treboadas e no territorio pode haber moitas diferenzas, con acumulados moi altos nalgunhas estacións e poucas chuvias noutras».
Sobre si la alteración vivida entre este 2024 y el 2023 puede ser un indicador del calentamiento global, González aclara: «Estas disparidades entre dous anos xa se deron noutras ocasións. Nunha cidade coma A Coruña ó normal é que chova nese mes 11 días. Este ano foron 15. Se tivésemos 6 días de auga e o mesmo acumulado, entón, si poderiamos falar dunha chuvia máis torrencial. Pero non foi o caso. Foron chuvias asociadas a frontes atlánticas, non a fenómenos extremos». Como dice el refranero, hasta el 40 de mayo guarden el sayo. Y el paraguas.
Juan Ramón Sanjurjo, produtor da IXP Pataca de Galicia, en Coristanco: «Estas chuvias retrasaron todo case un mes»
Nun ano normal a pataca estaría xa en plena fase de crecemento. Baixo terra desde finais de abril e comezos de maio, sería o momento da súa fase de crecemento, que finaliza normalmente en setembro, cando se recollen. Porén, as chuvias persistentes ao longo de maio atrasaron un mes o proceso da plantación do tubérculo, cun ciclo de vida de catro meses.
Na comarca de Bergantiños, famosa pola pataca de Coristanco, produtores da indicación xeográfica protexida (IXP) de Pataca de Galicia coma Juan Ramón Sanjurjo comezaron a pasada semana o proceso. El ten catro hectáreas de Kennebec.
—Non é o normal comezar a estas alturas da primavera.
—Non, o normal sería que este traballo xa estivese feito entre o 15 de abril e o 15 de maio. Para plantar a pataca precisas que o chan estea seco, e ata a semana pasada non se deu esta oportunidade. Ademais, a terra estaba fría. Se está mollada, esmagas o tubérculo e, cando chega o verán, está todo duro e escacha. Agora temos que apurar, a previsión do tempo é boa. Estas chuvias retrasaron todo case un mes. As que plantamos de cedo, por marzo, son testemuñais.
—Que consecuencias pode ter isto na produción?
—Nun principio, non debería haber problema de calidade, pode afectar ao rendemento. Se os meses de verán veñen secos, xullo e agosto, pode facer que se recorte o ciclo de produción, secando antes de tempo por falta de auga. Se hai auga en verán, o cultivo desenrólase mellor. Podes alongar o ciclo ata outubro e, no lugar de recollelas en setembro, facelo ese mes. O ideal sería que a finais de maio xa estivese plantada e se beneficiase das chuvias dese mes e de xuño.
—Para recollela, o chan tamén ten que estar seco?
—Si, porque se as colles húmidas, almacénanse peor e corres o risco de que collan mildeo e podrezan no almacén.