«As nosas casas non se tiran» claman los afectados de Agra dos Mallos, en A Coruña

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Los vecinos cortaron al tráfico un carril por sentido en la avenida de Arteixo para protestar por el desarrollo del polígono urbanístico de A Sardiñeira

19 jun 2024 . Actualizado a las 20:51 h.

Los vecinos de Agra dos Mallos afectados por el proyecto de desarrollo de un polígono en A Sardiñeira, en las inmediaciones de sus cuatro viviendas, no van a dar el brazo a torcer y este miércoles por la tarde dieron un paso más en sus reivindicaciones. Cortaron durante 40 minutos sendos carriles, de entrada y salida de la ciudad, la avenida de Arteixo, a la altura del polideportivo de A Sardiñeira, muy cerca del polígono de A Grela, donde a esas horas comenzaban los embotellamientos habituales de última hora de la tarde. Un centenar de vecinos del barrio protestando, porque no quieren quedarse sin sus viviendas o tener que pagar grandes sumas de dinero que no tienen. Con gritos de «alcaldesa solución» y «As casas non se tiran», los vecinos cortaron la vía, mientras que la Policía Local regulaba el tráfico en la zona para evitar que se formasen grandes retenciones.

Construidas antes de la Guerra Civil, sobre esos cuatro inmuebles de Agra dos Mallos pesa la amenaza de derribo desde hace años. Situadas en una zona donde se prevé una urbanización, para poder salvarlas deberán pagar una elevada suma de dinero.

«Estas casas levan aquí moito tempo. Fará dous anos que o Concello comunicou a súa intención de levar a cabo este proxecto, co que estamos a favor, porque é preciso desenvolver a intermodal e acondicionar as infraestruturas do barrio, mais non á costa das nosas vivendas», expresa Manuel Barrientos, uno de los 20 vecinos que ven peligrar sus hogares y padre de cuatro hijos pequeños.

«Teño tres actas de plenos diferentes nos que os diversos partidos políticos con representación na Coruña se comprometen a respectar as nosas casas», asegura este propietario afectado. «E de repente estamos recibindo chamadas para “tantear o terreo”», manifiesta Barrientos, convencido de las «malas intencións» del gobierno municipal. «Tras estas chamadas non hai nada bo. Queren derruír as nosas vivendas, quebrantando todos os compromisos que asinaran con nós», se lamenta. «O Concello asegura que nos dá alternativas, pero a única maneira de quedar coa miña casa é pagar unha cota de 133.000 euros», indica.

«Teño constancia de que a vontade inicial do PSOE e do BNG era conservar as vivendas e compatibilizar a construción deste polígono coas casas, mais agora semella que a única alternativa é botalas abaixo», asegura. «O que máis falta fai é o vial novo da intermodal, para o cal as nosas casas non molestan», remarca.

Barrientos es el portavoz de esta comunidad, conformada por seis núcleos familiares tan diversos como unidos. Al menos en la reivindicación de sus derechos como propietarios o inquilinos de estas viviendas, que ahora se ven en riesgo de desaparecer en pro del nuevo polígono proyectado. Manuela García es la vecina que más tiempo lleva residiendo en la Agra dos Mallos. «51 anos para ser máis precisa», señala la mujer, que comparte casa con su marido, con contrato de alquiler de renta antigua. Estaba acompañada de su hija, que se crio en la vivienda familiar. «Non nos botarán. Imos continuar loitando polas nosas casas», aseguran los vecinos de esta calle, situada en el perímetro en el que se plantea el próximo polígono de desarrollo.

«Hai que desenvolver a intermodal, pero non coas nosas casas»

«Non nos botarán. Imos continuar loitando polas nosas vivendas»

El Ayuntamiento dice que está dispuesto a dialogar con los residentes

Desde el equipo de gobierno indican que mantienen reuniones frecuentes con los vecinos para intentar llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. «Estanse estudando as peticións veciñais. Mesmo modificamos o ano pasado o Plan Xeral de Ordenación Municipal do 2013, aprobado polo PP, e no que se daba luz verde ao derrubamento das vivendas, para posibilitar que sigan no seu lugar», aseguran fuentes del equipo de gobierno.

«Os propietarios teñen varias alternativas. Poden quedar asumindo a parte que lles correspondería das cotas de urbanización dese polígono, ou pode adquirilas o Concello», indican estas mismas fuentes, remarcando que «o asunto non está pechado e estamos estudando cos veciños todas as posibilidades».

La cuestión se llevó a pleno en tres ocasiones. En la última, Francisco Díaz Gallego, concejal de Urbanismo, dijo «estar abierto a dialogar con los vecinos», pero siempre que no suponga un perjuicio para el plan de urbanización del polígono «en detrimento de intereses particulares». Señaló que «quien quiera vivir allí podrá hacerlo» con el planteamiento actual.