El Sol y Mar abre con gran júbilo de sus vecinos y 2 millones de sobrecoste

El último capítulo de una obra con la que han convivido miles de vecinos y muchos más conductores durante los tres últimos años se escribió este jueves. El cruce del Sol y Mar de Perillo abrió sus accesos pendientes: la gran rotonda, la rúa Areal al completo y el carril del túnel pendiente desde su inauguración. Los vecinos también estrenaron la espectacular pasarela que une las plazas Areeiros y Agramar, un mirador del propio túnel que facilita las conexiones pedestres en ambos lados de la AC-12.

Esta infraestructura construida de forma quirúrgica en medio de edificios y negocios también ha visto incrementar su precio final, pasando de los 9,8 millones de euros a 11,8. Porque cuando se firmó el contrato no había guerra en Ucrania ni crisis de materiales.

El alcalde de Oleiros pidió una gran fiesta y la tuvo. Era su deuda con los vecinos. «Foron tres anos de sufrimento, de cabreos, de falta de espazo para aparcar, de empresarios que se ían á ruína...», indicó García Seoane, quien reconoció que el de este jueves era «un dos actos máis importantes desde que estou no Concello». Y son 45 años ya. También recordó el episodio de cuando se instaló allí a dormir en una furgoneta para exigir el inicio de las obras, y la Guardia Civil lo invitó a marcharse con una noche de retraso.

Previamente a sus palabras, el Ministerio de Transportes emitió un vídeo resumen de la obra que acababa con un mensaje de agradecimiento a los vecinos «por su comprensión y civismo». También a ellos se dirigió el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, quien anunció que después del Sol y Mar «virán a ponte da Pasaxe, Alfonso Molina e a cuarta ronda».

Cada Administración dejó su monumento para la posteridad. El ministerio descubrió un mojón del kilómetro 5,2 de la AC-12 decorado con iconos del municipio, como el castillo de Santa Cruz. Varios metros más hacia Madrid el Concello tenía preparada una placa de la glorieta y el túnel del Sol y Mar. «Obra executada polo Goberno de Pedro Sánchez froito da loita veciñal», reza el recuerdo de bronce incrustado en una roca.

Y solo unos minutos después, a las 18.33 la rotonda se abrió totalmente al tráfico, algo que los coches y las motos festejaron con el claxon, aunque la música corría a cargo de la Big Band de la Escuela de Música de Oleiros. Desde las ventanas o desde la calle, los vecinos grababan con sus móviles ese momento que parecía que no iba a llegar nunca. Los operarios entraron después en el túnel para retirar los conos del carril derecho en sentido A Coruña, inédito desde su apertura. Desde ayer la Rúa As Garridas es de sentido subida. Cincuenta mil coches seguirán pasando cada día por este punto pero sin incordiar la convivencia de los miles de vecinos del Sol y Mar.

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