Este domingo se cumple un año de la odisea vivida por una pareja que cruzó media Europa a 30 por hora hasta que fue multada y retenida en Bergondo
29 jun 2024 . Actualizado a las 12:57 h.¿Recuerdan un tractor naranja pilotado por una pareja de suizos octogenarios? Este domingo se cumple un año de aquel rocambolesco incidente que retuvo a Josef y Nolli en Bergondo más de una semana cuando encaraban el viaje de vuelta a Zúrich. El 30 de junio del 2023, el tractor fue retenido por cuatro agentes de la Guardia Civil cuando circulaban por la N-6, metros antes de llegar al núcleo de Guísamo. Después de recorrer media Europa en esas condiciones, a 30 kilómetros por hora, tras hacerse fotos con policías en numerosos lugares, en Bergondo les dijeron que era ilegal que el tractor arrastrase la caravana en la que dormían.
A duras penas se hicieron entender, pero uno de los agentes bloqueó el tractor en una vía adyacente a la nacional sin más servicio que un hotel a pocos metros. Allí pasarían su primer fin de semana de julio, incrédulos por ese cambio de criterio con respecto a otros agentes que siempre les habían dejado marchar tras revisarles los papeles.
La Voz de Galicia descubrió a Josef, entonces de 84 años, y a Nolli, 79, el 1 de julio al mediodía. Bajo un sol abrasador, contaron al periódico su peripecia. El varón mostró la denuncia en la que se leía una sanción de 200 euros «por arrastrar una caravana con un tractor agrícola, concebido y construido exclusivamente para arrastrar, empujar, llevar o accionar aperos, maquinaria o remolques agrícolas».
Pero acto seguido, Joseph Ratkovic exhibió un documento en el que negaba la mayor a la sanción. Viajaba con un papel que acreditaba que aquello no era un tractor, sino que había sido transformado en una máquina de tren. «Y tengo licencia para circular por las carreteras europeas a una velocidad de 30 kilómetros por hora», relataba el hombre, de origen balcánico. Esa velocidad desesperó a más de uno. De hecho, poco antes de ser parados por la Guardia Civil, un conductor les había rebasado de muy malas formas, insultándolos. «Casualmente, cuando nos pararon, ese hombre estaba con los agentes», detalló Nolli.
De este modo, la espectacular travesía que los había llevado a cruzar Europa y hacer en la Costa da Morte el giro de vuelta para regresar a Zúrich, se estancó en una fea pista bergondesa donde encontraron la solidaridad de varios vecinos que les llevaron comida y todo lo que necesitaban. Pasado el fin de semana, otra patrulla de la Guardia Civil los escoltó hasta un cámping de Gandarío (Bergondo) para que pudieran estar en un lugar más cómodo. Ya entonces se había despertado el revuelo mediático y muchos se acercaban al recinto para ver el tractor de 1963 y a sus protagonistas.
¿Cómo volver?
Allí la pareja pudo relajarse pero, al mismo tiempo, comenzaron a maquinar fórmulas para regresar a casa con un vehículo bloqueado y una caravana voluminosa. Esos días recordaron lugares donde otros guardias civiles les habían pedido los papeles, como en Samos o en Asturias. «Pero siempre nos dejaron seguir, y en el resto de países ni siquiera nos pararon, nunca», recalcaron.
Cansados de esperar, regresaron a casa en avión, dejando una carta abierta a las autoridades de movilidad señalando que no tenían razón. Semanas más tarde, Josef y un nieto, Darío, viajaron a España, pagaron la multa y regresaron en el tractor. ¿Qué hicieron con la caravana? «Se la llevaron unos emigrantes con los que coincidieron en el cámping, mientras Josef y su nieto iban durmiendo en hoteles.
Al llegar a la frontera con Francia, estos los esperaban para entregarles la caravana, y desde allí pudieron volver a Suiza con las dos partes unidas, igual que antes de ser retenidos», relata Benigno, uno de los amigos que salieron en auxilio de la pareja aquellos días.
De hecho, su amistad se ha forjado hasta tal punto que recientemente acaban de visitar a Josef y Nolli en Suiza. «Se les ve muy bien, muy en forma, sus hijos (Josef tiene tres y Nolli uno) nos agradecieron la ayuda que les prestamos». La pareja redactó un libro artesanal con fotografías del rocambolesco viaje, cuya copia, en alemán, regalaron a Beni y a su mujer, Marian. «Por supuesto, fueron famosos en la televisión suiza durante varias semanas», recalca Beni.