A Coruña no se merece que la Iglesia le dé la espalda, y eso es lo que está haciendo
03 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A Coruña no se merece que la Iglesia le dé la espalda, y eso es lo que está haciendo. No en el día a día, faltaría más, sino cuando se habla del Camino Inglés que tantos réditos da a otros, como Pontedeume o Betanzos, por ejemplo, que a lo largo del 2023 han ingresado cada uno más de un millón de euros procedentes de los bolsillos de los peregrinos. Cifras de la UDC, por cierto.
Porque la semana pasada se ha dado otra vuelta de tuerca. Sabido —y sufrido— es que desde O Parrote no hay los famosos cien kilómetros al Obradoiro que dan derecho a la compostela. Pero ahora algunos, en la mejor tradición pícara jacobea, se han inventado un nuevo y falso camino que parte de A Coruña y de Betanzos (otro intento de menoscabar la ciudad), y sumando ambos ramales, que se encuentran por ahí adelante, sí hay algo más de cien.
Ese es su problema si quieren quedar en ridículo. El agravio es que ese itinerario muñido en despachos de alcaldías y quizás con la bendición de alguna sotana de pueblo fue presentado nada menos que en la Oficina del Peregrino compostelana y con la presencia del director de la Fundación Catedral.
Una total descortesía con la ciudad, ninguneada de nuevo y rebajada a la categoría de comparsa cuando todos y sin excepción los documentos conocidos señalan A Coruña como único punto gallego de desembarco de peregrinos en la Edad Media.
Lo que la Iglesia tiene que hacer, de una vez por todas, es conceder la compostela a cualquier peregrino que parta de la Ciudad Vieja. No solo porque el invento de los cien kilómetros no se basa en el Códice Calixtino, sino que es una decisión de los años ochenta del siglo pasado, sino por la más elemental justicia jacobea.