Me gustan los turistas, me gustas tú

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Me encanta ver a esas familias completas que pasean por el centro, con los helados en la mano mirando a un lado y al otro, mientras buscan un sitio donde comer

01 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Arranca agosto, el mes por excelencia de Coruña, el de las fiestas, el de la gente, el de las calles y las playas llenas. El agosto de la Feria del Libro y del Noroeste, el de los conciertos de María Pita y el de la Marina abarrotada. Y es el mes de los turistas que en Coruña se agradecen tanto. Me gusta cuando los veo en los Tuk Tuk recorriendo el paseo marítimo mientras van divisando toda la bahía hasta que llegan al monte de San Pedro. Me gusta pensar qué pensarán cuando nos observan en un día cálido como los de esta semana en que Riazor parecía Benidorm. Qué imagen tan distinta se llevarán de nosotros de la que seguramente les pintaron los guías. Una ciudad atlántica, en donde siempre hace viento y cae la chuvisca. Pero habrán visto una Coruña soleada, de gente alegre paseando acalorada con abanicos y disfrutando de la calle. Me gustan los turistas que llegan en barco y que traen sandalias en pleno febrero y que se atreven con la manga corta; los imagino viviendo en el frío del norte de Europa y soñando dónde comer por primera vez el pulpo á feira. Me encanta ver a esas familias completas que pasean por el centro, con los helados en la mano mirando a un lado y al otro, mientras buscan un sitio donde comer. Pienso también si les meterán un clavo o si ellos harán el primo como cualquiera de nosotros cuando llegamos a una ciudad que no conocemos, si se llevarán un buen recuerdo de este agosto lleno de vida. A veces me gustaría decirles que lo de la basura no es real, ir parándolos uno a uno para explicarles que esta no es la Coruña de siempre, que es temporal, y pienso qué pensarán de nuestra suciedad. A mí los turistas me alegran, los celebro con la intensidad desbordante de agosto, sobre todo porque cuando ellos llegan, la que se va soy yo. Y eso sí me gusta.