Fallece José Ramón Docal, expresidente de Caixa Galicia

A CORUÑA

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KOPA

Catedrático de la Universidade da Coruña, fue un referente de la fiscalidad en la comunidad

27 sep 2024 . Actualizado a las 13:54 h.

José Ramón Docal Labaén fue todo un referente en el mundo de la fiscalidad en Galicia. En su vida profesional compaginó la docencia, como profesor de la Universidade da Coruña (UDC) en la desaparecida Escuela de Empresariales, con el sector privado. Fue presidente de la antigua caja de ahorros de A Coruña, Caixa Galicia, cargo al que accedió en 1991, con 55 años, después de que falleciera su antecesor, José Luis Amor. 

Por sus clases pasaron cientos de alumnos, pero también ejerció como tributarista y asesor de muchas empresas gallegas. El empresario y profesor ha fallecido en A Coruña, su ciudad natal, a los 88 años.

Estudió Peritaje Mercantil y Profesorado Mercantil; en Madrid, se licenció en Ciencias Económicas. Fue miembro del Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de La Coruña, del Instituto de Censores Jurados de Cuentas y de la Asociación de Asesores Fiscales de España. Además, ocupó un puesto de vocal en la Cámara de Comercio de A Coruña.

ALBERTO MARTI VILLARDEFRANCOS

En la UDC fue catedrático de Hacienda Pública y Legislación Fiscal en Empresariales. Su labor docente no se limitó al campus. También fue profesor de Hacienda Pública y Sistemas Fiscales en el antiguo Colegio Universitario coruñés.

En 1971 entró en el cuerpo de Intendentes de Hacienda y, en 1991, cuando accedió a la presidencia de Caixa Galicia, estaba en excedencia. «Opté por la enseñanza, porque me gusta, y dejé la inspección. Que conste que no tengo ninguna queja de mi época de inspector; al contrario, la añoro, pero puestos a elegir...», contó en una entrevista en La Voz a Sofía Vázquez en 1991, justo después de ser elegido presidente de la caja de ahorros por el consejo de administración. Cuando en esa entrevista le preguntaron por la posible fusión de las cajas de ahorro gallegas, Docal respondió: «Malo no sería, desde luego».

Su cargo al frente de la entidad lo compaginó con su faceta empresarial, tuvo una asesoría fiscal, y con las clases en la universidad, donde tenía fama de exigente. «Honradamente, yo no creo que sea duro. Soy exigente porque si trabajo, el alumno tiene que corresponderme, pero en el momento de calificar, esa dureza no se traduce. Una de las cosas que agradezco a los estudiantes es que normalmente no se presentan si no tienen preparada la asignatura. Lo cual me hace más agradable eso que es tan difícil: calificar. No soy duro. Es una leyenda, pero bueno... mis hijos fueron mis alumnos y me lo tienen dicho en casa muchas veces», confesó en la entrevista a La Voz.

Entre los distintivos que tuvo a lo largo de su carrera estuvo la Medalla de Oro de Empresariales, que le otorgó la UDC en el 2006 con motivo de su jubilación.