«Revival» ochentero del Chaflán de A Coruña para celebrar su treinta aniversario

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA

A CORUÑA

La gran familia del Chaflán, a las puertas del establecimiento
La gran familia del Chaflán, a las puertas del establecimiento Cedida

La gran familia de este mítico local de Os Mallos se reunió para inmortalizar el momento antes de que la música comience a sonar en la gran fiesta que tienen prevista esta noche en Palexco

05 oct 2024 . Actualizado a las 18:30 h.

Rafa y Anuska tienen que sentirse muy orgullosos. Su bar Chaflán es una segunda casa para sus miles de clientes. Algo único. Este sábado lo van a celebrar por todo lo alto el 30 aniversario con una fiesta años 80 en Palexco. Pero antes de que los acordes de canciones tan míticas de esa época como La chica de ayer, Bailando o Cien gaviotas pusiesen a bailar a todos los que no quisieron perderse la fiesta, un nutrido grupo de de acólitos chaflaneros se reunió a las puertas del establecimiento de la calle Antonio Viñes para inmortalizar el momento. La temática eran los años 80 y quien más o quien menos desempolvó de sus armarios atuendos para la ocasión. No faltaron las lentejuelas, las chaquetas de cuero ni las prendas deportivas de colores estridentes. 

El Chaflán forma parte de la historia de A Coruña y, para reconocer «estos 30 anos de servizo a tantos coruñeses e coruñesas», la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, se pasó por allí y entregó a sus propietarios una réplica de la torre de Hércules de Sargadelos. «As tortillas de Mari, as cancións de Sabina, as bufandas e camisetas blanquiazuis. Como o Dépor, de pais a fillos, o Chaflán é un sentimento. Por outros 30 anos máis», escribió en su cuenta de X (antes Twitter).

A lo largo de estas tres décadas el Chaflán ha hecho de este rincón del barrio de Os Mallos un punto de encuentro para dar el pistoletazo de salida a la noche coruñesa. Su propietario, Rafa, explicó que se animó a organizar el evento en Palexco porque en el veinticinco aniversario el pazo que eligieron para la celebración se quedó pequeño. «Vinieron más de 500 personas y todavía quería entrar más gente», comentaba hace unos días con orgullo.