Condenado por hostigar a su exnovia en A Coruña durante dos años para volver con ella

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Audiencia Provincial de A Coruña, en una imagen de archivo.
La Audiencia Provincial de A Coruña, en una imagen de archivo. CESAR QUIAN

La Audiencia Provincial le impuso 60 días de trabajo para la comunidad

02 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Audiencia Provincial impuso la condena de 60 días de trabajo para la comunidad a un hombre que acosó a la que fue su pareja durante dos años.

El acusado tenía 45 años cuando rompió su relación. Era agosto del 2018. El hombre no lo superó. Quería volver con la que había sido su novia durante cuatro años, pero esta le dejó claro desde un primer momento que nunca habría una reconciliación. Pese a todo, el ahora condenado «no cesó de molestar a la víctima, sometiéndola a una situación de hostigamiento que se prolongó durante dos años», según la sentencia.

Como consecuencia de esa persecución, la mujer «tuvo que modificar sus pautas de conducta, apartando de su rutina actividades tan cotidianas como la de utilizar transporte público o frecuentar lugares sin compañía. Todo eso debido a la situación de temor que le causaba pensar que podría encontrarse con el investigado», añade el fallo de la Audiencia.

En fecha no concretada de octubre del 2018, el acusado se personó en el lugar de trabajo de su expareja «con la excusa de acompañar a alguien, pero con la única finalidad de buscar la proximidad de la víctima, teniendo que ser un allegado de ella quien le pida que abandone el lugar y cese en su actitud con ella».

Ese mismo día, el acusado volvió a forzar un encuentro en la calle con la mujer, «pidiéndole a esta que le dé un abrazo, a lo cual ella se negó». El 12 de noviembre del 2018, «no encontrándose la expareja en su lugar de trabajo, el hombre volvió a presentarse en el mismo con la excusa de que la su hija menor quería verla. La perjudicada nuevamente volvió a pedirle expresamente a través de correo electrónico que cesase en su persistencia, diciéndole que «era la última vez que te lo voy a advertir. Si vuelves a intentar acercarte a mí de cualquier forma acudiré a la policía. No quiero saber absolutamente nada de ti».

El 18 de febrero del 2019, el procesado le envió un correo electrónico reclamándole un abrigo suyo e insistiéndole en reanudar la relación. El 24 de junio, el acusado estacionó su vehículo en la parte trasera del domicilio de la víctima, «vigilándola desde el interior del coche y a través de las ventanas. Al ser descubierto por aquella, abandonó el lugar».

El 7 de noviembre del 2019, «la esperó a que llegase a su domicilio, siguiéndola hasta su portal e intentando acceder al mismo, impidiéndolo la exnovia, quien logró cerrar la puerta».

Al mes siguiente «estuvo observando de forma descarada e incómoda a la perjudicada cuando ella se encontraba reunida de forma ociosa con sus compañeros del trabajo». El 31 de diciembre merodeó su domicilio.

Ya en enero del 2020, el hombre la siguió con su coche y la perjudicada tuvo que acelerar. La persiguió hasta casa y se fue. El 23 de junio del 2020, el acusado forzó un encuentro con ella cuando iba de camino a su trabajo. Ese mismo día la siguió en moto cuando había finalizado su jornada laboral y volvía a casa. Otro día, se escondió tras unos contenedores y ella tuvo que huir a la carrera.