No se le ve, pero está presente en cada calle de la ciudad, recorre nuestras avenidas, nuestros parques, cada rincón de Coruña y se asoma de vez en cuando para dejarse ver
14 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No se le ve, pero está presente en cada calle de la ciudad, es un fantasma enorme que recorre nuestras avenidas, nuestros parques, cada rincón de Coruña y se asoma de vez en cuando para dejarse ver. Vive con los coruñeses desde hace múltiples años, muchas décadas, aunque no sabría decirles exactamente cuánto, pero él (o ella) insiste en quedarse y salir a pasear por nuestros lugares favoritos. Si no, no se explica que ayer hubiese gente hablando del Meliá María Pita (que va a renovar sus habitaciones) y otros coruñeses dijesen que es el Trip el que va a renovar su sede. Ese fantasma se cuela en cada conversación, porque anteayer mismo una coruñesa me situaba una tienda justo al lado de Madariaga (que hace muchos años que ha desaparecido y ha dejado de vender zapatos), a la vez que yo asentía sabiendo exactamente al lugar al que se refería. Y seguro que muchos también saben fijar ese espacio. El fantasma está donde nadie lo ve, a veces en El Pote, otras en Pryca, en Barros, en Bambuco, en el cine Goya, en el Valle-Inclán... Otros lo han visto merendar en el Linar, o ir a comprar a Saldos Arias. En Navidad puede estar mirando abobado el escaparate de Porvén (¡y de Porvenlandia!) y algunos cuentan que en varias ocasiones se coló en el Kirs, mientras los demás lo veían pagando en el Vecchio, ¿cómo puede ser? Nuestro fantasma baila en el Rigbabá, en Dino, en Betty, o en Pirámide y alguna noche hasta dicen que se quedó medio dormido tras una juerga en un sillón del Don Pepe, y que se lo bebió todo en Fox Trot. A nuestro fantasma le da igual tardear en Marengo, en el Patio o en La Gata. También se oculta en Green, en el Copy(right) o juega a las cartas en El Molino. Y, por supuesto, se empacha de tortitas en el Pier. Síganlo bien, habrá que ver por dónde sale mañana.