Celebraron su aniversario con una sesión vermú y música en directo del grupo Greasy Belly
16 nov 2024 . Actualizado a las 18:58 h.Desde que la sala Mardi Gras, uno de los puntos neurálgicos de la música en vivo coruñesa, abriera sus puertas en 1999, casi 3.000 músicos han pisado sus tablas. Y la muestra es de lo más variado. Desde un ex-Rolling Stone (Mick Taylor) hasta grupos consolidados de la escena nacional como Triángulo de Amor Bizarro. Durante este cuarto de siglo, la Mardi Gras ha sido un oasis de dedicación y un ejemplo de devoción artística expresada a través de acordes. De acordes y, claro, diversión. «La misión de la sala Mardi Gras es mantener la música en directo, en especial la que tiene complicado llegar a públicos masivos», señala el local en su página web.
Coincidiendo con el cumplimiento de sus 25 años, celebraron este sábado una fiesta de cumpleaños por todo lo alto. Con actuaciones, feligreses —habituales o circunstanciales— y hasta tarta. La conmemoración comenzó pronto. Una sesión vermú a las 12.30 horas a cargo de Greasy Belly. Después, se descubrió una placa conmemorativa con agradecimientos para los intérpretes que a lo largo de este tiempo han amenizado con sus temas las cuatro paredes del Mardi Gras.
Varias decenas de fieles hicieron acto de presencia en una sesión vermú que ensalzó cientos y cientos de veladas pasadas que ocupan un pedacito de honor en la memoria de muchos o muchísimos coruñeses. Por la noche, a partir de las 23.00 horas, es el turno de Las Antonias, un sexteto femenino cuyo nacimiento está íntimamente ligado al escenario siempre acogedor del Mardi Gras. Un pedazo insigne del callejero.