Matemáticas aplicadas

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Oscar Vázquez

Ahora que los exámenes de la nueva PAU incluyen un contexto que parece la reseña de una serie de Netflix, el problema no pasaría el corte

20 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«El propietario de un inmueble tiene alquilados los 40 pisos del mismo a 10.000 pesetas al mes cada uno. Por cada 1.000 pesetas de aumento en el precio del alquiler, pierde un inquilino que se traslada a otro piso más económico. ¿Cuál es el alquiler que más beneficio produce al propietario?». Este problema, que apareció hace unos días en una carpeta de apuntes de mi padre, debería estar en el apartado de ciencia ficción y no en el de matemáticas.

El Instituto Nacional de Estadística ofrece una calculadora de actualización de rentas que sitúa el precio actual, siguiendo el cambio del euro y del IPC de estas últimas décadas, en poco más de 353 euros. La vida misma, vamos. Si el cálculo lo hacemos con una barra de pan, seguro que el resultado es igual de irreal. Ya no es solo que la moneda sea otra, es que el problema hoy no se podría dar por válido: ¿qué inquilino se podría trasladar a otro piso más económico? La respuesta para aprobar con nota es ninguno. No hay.

A este problema le falta información. ¿Qué tamaño tienen los pisos? ¿El precio incluye la comunidad? ¿Lo anuncia un agente inmobiliario que llama área social a una minúscula sala de estar? Ahora que los exámenes de la nueva PAU incluyen un contexto que parece la reseña de una serie de Netflix, el problema no pasaría el corte. Como una es más de letras, lo más interesante de todo esto sigue siendo la literatura. Porque en un giro de guion inesperado, tal vez el propietario del edificio coja un tren en A Coruña a las nueve de la mañana con destino Madrid, ¿a qué hora llegaría a Chamartín? Un diez para el alumno que conteste que todo depende de si Renfe ha puesto ya a la venta los billetes.