La franja maldita de los pisos que cuestan entre 300.000 y 600.000 euros en A Coruña

A CORUÑA

Juan Flórez, desde la plaza de Pontevedra
Juan Flórez, desde la plaza de Pontevedra ANGEL MANSO

Tanto los más económicos como los de superlujo suelen venderse por precios acordes a su valor. En un contexto de escasez de oferta, una horquilla de inmuebles salen al mercado por hasta 100.000 euros más de lo que realmente debería pagarse por ellos

03 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En A Coruña había 3.600 viviendas buscando dueño hace tres años. Ahora son 1.200 los inmuebles que esperan unos compradores que, pese a la escasez de oferta, a veces se demoran tanto que no acaban de llegar. El contexto es de sobra conocido: la precarización de la vida, el bum de las viviendas turísticas y el alza del valor del suelo complican el flujo de transacciones, sobre todo si los propietarios de las viviendas avivan el fuego. Según varios expertos inmobiliarios, hay una franja de precios que no puede decirse que esté estancada, pero sí más parada de lo habitual. Son todos esos pisos que cuestan entre 300.000 y 600.000 euros; vamos, a los que puede acceder solo una clase social privilegiada.

Antonio Correa, propietario de BackHome, explica el fenómeno. «En esta horquilla de precios se encuentran viviendas buenas, habitualmente situadas en el centro, pero que no por eso tienen que ser megapisos, y muchos dueños piensan que sí. Con esto me refiero a que aunque las viviendas tengan una ubicación ideal, suelen ser de hace años, muy grandes y con una distribución pensada para grandes familias, y por eso necesitan bastante reforma. Lo que pasa es que como el precio de la vivienda está disparado, muchos aún intentan vender su casa un 20 % más caro de lo que recomendamos tras la tasación, y luego no hay interesados».

Explica el experto que incrementar el precio un 10 % entraría dentro de lo normal, «pero llegamos a ver inmuebles que arrancan en los 500.000 euros y terminan en 400.000 porque ni siquiera reciben llamadas». Continúa Correa: «Los dueños se quejan, porque parece que ahora todo vuela, pero no es así, la gente no es tonta. De hecho, los vendedores aguantan cuatro o cinco meses y acaban rindiéndose a la evidencia».

El dónde tienen los propietarios el inmueble es lo que más influye a la hora de elegir un precio para la vivienda. «Suele ocurrir con pisos que están en el entorno de Juan Flórez, ahí la gente ya parte de intentar liquidarlos por 400.000 euros, pero si es un primero y tiene una habitación y una italiana, evidentemente el valor no puede ser ese». Víctor López, copropietario de la inmobiliaria Tilit Realty, también cree que «hay un pensamiento generalizado de que ahora todo vale muchísimo, y no es así». En su caso, cree que el principal error es asumir que porque un piso es grande su precio ya se puede disparar.

En la inmobiliaria LC consideran que sí es más habitual ver subidas de precio desorbitadas en este tramo de precios que en otros. «En un barrio humilde, a un piso económico le intentas sacar 10.000 euros más de lo que marca el mercado, pero en el centro muchas veces se intenta vender hasta un 40 % por encima de su valor».

¿Y qué pasa con esos grandes inmuebles solo aptos para bolsillos muy abultados? «De esos hay muy poquitos», adelantan en esta inmobiliaria. Pero aunque son los menos, «en estos el precio va más acorde a su valor real», considera Correa, que analiza la situación. «En Madrid, por ejemplo, hay muchos extranjeros, millonarios, que prácticamente pagan lo que sea por un buen ático en una zona de moda. Aquí en Coruña la gente no tira el dinero, y por los mejores pisos de la ciudad suele pedirse lo que realmente cuestan».