Una de cada tres mujeres

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

BASILIO BELLO

Lo que hace Luengo en Prima Facie es una barbaridad, me habían dicho meses antes. Todo en esta obra lo es

04 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada más atravesar esa cámara oscura donde se proyectan las imágenes de Irving Penn al inicio de la exposición, al mismo tiempo que se hacía la luz de la primera sala de la muestra, apareció Vicky Luengo, que salía. Con su ropa de calle, el pelo suelto, y en un espacio en el que era una visitante más, como cuando te cruzas con alguien a quien siempre ves con la bata de médico o el uniforme del súper o el mono de trabajo y no eres capaz de situarlo en su ambiente natural. Porque después de verla, la noche anterior, en el escenario del Rosalía, no se me ocurre otro hábitat para ella que no sea un teatro.

Lo que hace Luengo en Prima Facie es una barbaridad, me habían dicho meses antes. Todo en esta obra lo es. Una barbaridad el texto de Suzie Miller, que antes de ser dramaturga fue abogada y conoce cada término y cada modo, cada sutileza de un sistema judicial que no es el nuestro pero que, a pesar de todo, no nos resulta nada extraño. Un monólogo para una sola actriz que durante una hora y media pasa de purasangre a víctima y de fiel creyente en la ley a cuestionar todas sus costuras. Esas mismas que ella ha contribuido a coser y por las que se escapa su propia vida.

Tess, la protagonista de la obra, nos pide que miremos a nuestra derecha, a nuestra izquierda. Porque una de cada tres mujeres sufre abusos sexuales en algún momento de su vida. Y al mirar las butacas el corazón se encoge, sobrecogido, ante la barbaridad absoluta de la violencia, de la impunidad. Algo tiene que cambiar, dice Luengo antes de que se apague la luz y empiecen los aplausos. La mujer que sale de la exposición rodeada de otras mujeres. Una de cada tres, pienso. Una de cada tres.