Sin vuelos y sin dinero en A Coruña: «No tomé ni un café en un año para poder pasar la Navidad en mi país»
A CORUÑA
Ya son 120 las denuncias presentadas por los afectados de la agencia de viajes del Agra
15 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Gladys no pisó una cafetería ni compró un suéter en lo que va de año porque estuvo ahorrando para viajar a su país y volver abrazar a los suyos, que no los ve desde el 2018, cuando salió de la República Dominicana para cambiar de vida y al final solo cambió de hambre. Vivir del sueldo que se paga por cuidar a una persona mayor no da para viajar y la gente como ella se las ve y se las desea para reunir los mil euros que cuesta un billete. Sobre todo cuando todos los meses tienen que enviar, como Gladys, dinero a su país para ayudar a su familia. Ella es una de las 120 personas afectadas, la inmensa mayoría migrantes procedentes de Latinoamérica. Muchos de ellos pidieron un crédito. Otros, el dinero a un amigo. Y todos acudieron a la agencia A&M Tours, ubicada en la intersección entre la avenida de Fisterra y la calle Barcelona. Reservaron hace meses, abonaron el pasaje y les dieron la reserva. Cuando esta semana llegaron al aeropuerto con sus maletas llenas de regalos para los suyos, recibieron el mazazo de su vida. En la ventanilla les dijeron que su reserva no había sido abonada. Destrozados por el dolor corrieron a la agencia donde habían adquirido los billetes y «ahí nos encontramos con las empleadas, que las pobres no sabían ni qué hacer ni qué decir», recuerda Oswaldo, que se quedó en tierra sin poder visitar a su familia en Cuba. Se estrelló contra un muro cuando el personal del negocio le contó que nada tenían que ver con el problema, que el «error» estaba en la empresa mayorista con la que trabajan.
Número de cuenta
«Me dijeron que ellos son solo intermediarios y enviaron el dinero de mi billete a esa compañía, que no los abonó a la aerolínea», cuenta Oswaldo. También le dijeron que la agencia está intentando arreglar el asunto con esa empresa mayorista y le pidieron su número de cuenta, con la promesa de que en cuanto reciban el dinero, se lo ingresarán. ¿Cuándo? «Eso es lo peor, pues no lo saben y ahora yo me encuentro con una deuda y sin poder viajar, porque no tengo dinero para comprar otro billete», añade el afectado.
Lo que hicieron este hombre y 119 más es acudir a comisaría para poner la correspondiente denuncia. «Al llegar a Lonzas había cola y cuando me tocó a mí me encontré con una montaña de demandas sobre la mesa del policía», destacó Melissa, que no puede parar de llorar desde el miércoles, cuando no la dejaron subir al avión que la llevaría a Cuba para despedirse de su abuela, gravemente enferma.
El dueño «no aparece» y este sábado su negocio permaneció cerrado
Por la esquina de la calle Barcelona con la avenida de Fisterra continuaron ayer pasando afectados. Pero tuvieron que llevarse sus lágrimas a otra parte porque se encontraron con la agencia cerrada. Pese a que en el horario de atención al público aparece que los sábados abren. Eso sí, un cartel en la puerta emplazaba a los clientes a acudir el lunes.
«Todo esto es muy preocupante, porque llevo desde el jueves intentando hablar con él y las empleadas solo me dan largas. Además, ese hombre tiene una cafetería a unos metros de la agencia y también permanece cerrada», contaba ayer uno de los afectados. La Voz intentó ayer ponerse en contacto con el propietario del establecimiento y no obtuvo respuesta.
Consolidador aéreo
La pregunta que muchos afectados se hacen es el motivo por el que esta agencia tienen que trabajar con una empresa mayorista, también conocidas como consolidadores aéreos, en lugar de emitir los billetes directamente. A la espera de que el dueño del negocio de la avenida de Fisterra conteste, la respuesta la dan los profesionales del sector: Hay dos tipos de agencia de viajes. Las que tienen el certificado de IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) y las que necesitan a un mayorista. Las primeras deben demostrar solvencia, presentar avales y cumplir todos los rígidos requisitos que exigen las compañías y la IATA.
No es el caso del negocio del Agra do Orzán. Este, como muchos otros, necesitan de los consolidadores aéreos para poder adquirir los billetes.